En una medida que recuerda a las políticas impulsadas por el expresidente estadounidense Donald Trump, el partido ultraderechista Vox ha incluido en su programa político la deportación de todos los inmigrantes previamente indocumentados y la posible revocación de la ciudadanía de extranjeros nacionalizados en España.
“Para 2045, los españoles seremos una minoría en nuestro propio país”.
Esta declaración sin fuentes del diputado de Vox Carlos Hernández Quero encapsula los temores y la fuerza motriz detrás de las nuevas políticas del partido, presentadas durante un acto público el domingo 29 de junio como parte de su propuesta sobre vivienda y economía.
Aunque muchos argumentarían que la nacionalidad, raza o etnia no son factores centrales en la crisis inmobiliaria y económica del país, Hernández Quero insistió en que “los inmigrantes no contribuyen al Estado del bienestar”, que su presencia “está alterando la identidad nacional” y que agravan el problema de la vivienda.
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Basándose en estas opiniones, el nuevo manifiesto del partido liderado por Santiago Abascal exige la “deportación masiva” de todos los inmigrantes que obtuvieron residencia durante los gobiernos del Partido Popular y del PSOE.
En sus palabras, “revertir todas las regularizaciones de inmigrantes ilegales llevadas a cabo por el bipartidismo”. Esto se haría sin debido proceso, como ocurre en Estados Unidos bajo la presidencia de Trump.
Un acto así, prohibido por la ley española e internacional, obligaría a más de un millón de personas a abandonar el país.
Además, el programa actualizado de Vox pide “auditorías sobre la concesión de nacionalidades para determinar cuántas deben anularse”.
Aunque la ley española solo permite revocar la ciudadanía en casos excepcionales, Vox alega que en los últimos años se ha “regalado” en numerosas ocasiones.
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Según el informe, en 1996 la población extranjera en España era del 1%, pero hoy supera el 20%.
Esto es incorrecto: los últimos datos del INE (primer trimestre del año) indican que hay 6,9 millones de extranjeros, un 14,1% de la población, no el 20%.
No obstante, España sí tiene 9,4 millones de habitantes nacidos fuera del país (19,3%), pero eso incluye a casi 3 millones de españoles nacidos en el extranjero, a lo que posiblemente se refiere Vox.
Claramente, para ellos estos ciudadanos nacionalizados no son realmente españoles, sin importar su integración o años de residencia.
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“Algunos que tanto se preocupan por el fin del mundo o el cambio climático deberían preocuparse más por el fin de España debido al reemplazo demográfico”, declaró Hernández Quero durante la presentación.
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El representante de Vox también culpó a los inmigrantes por los bajos salarios, la precariedad laboral y “su impacto negativo en la inseguridad vecinal”.
Incluso los señaló como responsables del alquiler elevado y la falta de viviendas. “No pagan nuestras pensiones ni salvan el Estado del bienestar”, afirmó, añadiendo que supuestamente cuestan “más de 30 mil millones anuales” al Estado, sin citar fuentes.
Esto ocurre cuando, a nivel internaciónal, se destaca a los migrantes como motor de la economía española, ya que casi todos los nuevos autónomos son extranjeros.
No es la primera vez que Vox propone endurecer las normas de ciudadanía: antes pidió aumentar el plazo de residencia para nacionalizarse de 10 a 15 años, prohibir la solicitud a quienes tengan antecedentes penales y eliminar la doble nacionalidad, incluso para latinoamericanos.
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Vox no es el único partido europeo que sugiere revocar estatus legales y ciudadanías.
A principios del 2025, el gobierno sueco propuso hacerlo posible pero solo para miembros de pandillas.
El primer informe Estado Global de la Ciudadanía de GLOBALCIT (Instituto Universitario Europeo) analizó las leyes de 191 países y halló que la naturalización es cada vez “más frágil”.
Según los investigadores, “con el aumento de conflictos armados y terrorismmo, muchos países han introducido cláusulas para revocar ciudadanías por motivos de seguridad nacional”.
Más de un tercio de los países, incluidos europeos, “ahora pueden quitarla si acciones son percibidas como desleales o amenazantes”, señala el informe. Una tendencia en expansión.
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Según la agenda política de Vox, su prioridad migratoria número uno es deportar a todos los inmigrantes ilegales.
La última encuesta gubernamental muestra que la popularidad de Vox ha aumentado cuatro puntos, con un 15,2% de apoyo electoral.