NACIONES UNIDAS (AP) — El conflicto en Sudán se está extendiendo hacia su frontera suroeste, llegando a la República Centroafricana, un país ya afectado por su propio conflicto con rebeldes, advirtió el jueves el jefe de mantenimiento de paz de la ONU.
El subsecretario general Jean-Pierre Lacroix informó al Consejo de Seguridad que el ataque que mató a un soldado de paz de la ONU cerca de la frontera con Sudán el viernes pasado fue realizado por “elementos armados sudaneses”. Sus comentarios fueron los primeros en identificar a combatientes sudaneses como responsables del ataque.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también mencionó en un nuevo informe al Consejo de Seguridad que se avistaron vehículos sospechosos de pertenecer a las Fuerzas de Apoyo Rápido —principales actores en la guerra civil de Sudán— en varias ocasiones en las zonas de Am Dafok y Aouk (prefectura de Vakaga) de la República Centroafricana, donde hay soldados de paz de la ONU.
En el informe que cubre de mediados de febrero a mediados de junio, Guterres dijo: “En el noreste (de la República Centroafricana), continuaron las incursiones armadas vinculadas al conflicto en Sudán”.
Sudán cayó en una guerra civil cuando generales rivales al mando de las fuerzas armadas y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido comenzaron a pelear en abril de 2023. Desde entonces, al menos 24,000 personas han muerto, unos 13 millones de sudaneses huyeron de sus hogares, hay hambruna y el cólera se extiende por el país. Ambos bandos han sido acusados de crímenes de guerra.
Mientras, la República Centroafricana enfrenta conflictos desde 2013, cuando rebeldes mayormente musulmanes tomaron el poder y expulsaron al entonces presidente François Bozizé. Fue uno de los primeros países africanos en aceptar fuerzas respaldadas por Rusia, con Moscú buscando proteger al gobierno y combatir grupos armados.
Lacroix, el jefe de paz de la ONU, dijo que aunque hay avances en reintegrar algunos grupos al proceso de paz, la violencia de milicias sigue, amenazando la estabilidad y a civiles.
Dijo que el gobierno colabora con MINUSCA —la misión de paz de la ONU— para extender su presencia y mejorar la seguridad en zonas fronterizas.
“A pesar de los esfuerzos, la situación sigue frágil en el noreste”, dijo Lacroix. “En la frontera con Sudán, la inestabilidad sigue marcada por el conflicto sudanés”.
Con elecciones en diciembre, la situación política sigue “marcada por desconfianza y tensiones entre el gobierno y la oposición”, añadió. Las elecciones son una “oportunidad crucial” para fortalecer la democracia y la estabilidad, concluyó.