Rusia ha mantenido un equilibrio delicado en Medio Oriente durante décadas, intentando manejar sus buenas relaciones con Israel mientras también desarrolla fuertes lazos económicos y militares con Irán.
Los ataques militares de Israel este fin de semana contra instalaciones nucleares y militares iraníes, que mataron a generales y científicos importantes, y la respuesta de Teherán con drones y misiles, pusieron a Moscú en una posición incómoda. Esto exige habilidades diplomáticas finas para mantener relaciones con ambos bandos, pero también podría abrir oportunidades para que Rusia actúe como mediador y ayude a frenar el conflicto.
Algunos observadores en Moscú argumentan que el enfoque en el enfrentamiento entre Israel e Irán podría desviar la atención global de la guerra en Ucrania, lo que beneficiaría a Rusia al debilitar el apoyo occidental a Kiev.
Una condena rusa, pero poco más
El presidente Vladimir Putin habló con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y con el presidente iraní Masoud Pezeshkian, ofreciendo ayuda para reducir la tensión. En su llamada con Pezeshkian, Putin condenó los ataques israelíes y expresó sus condolencias. También mencionó que Rusia ha presentado iniciativas para resolver el conflicto en torno al programa nuclear iraní.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia emitió un comunicado fuerte, calificando los ataques israelíes como "inaceptables" y advirtiendo que las consecuencias caerían sobre el liderazgo israelí. Sin embargo, a pesar de la condena, Moscú no ha indicado que vaya más allá del apoyo político a Irán, a pesar de su tratado de asociación.
En su conversación con Netanyahu, Putin destacó la importancia de resolver el conflicto por medios diplomáticos y ofreció su mediación. El Kremlin afirmó que Rusia mantendrá contacto estrecho con ambos países para evitar una escalada.
Relaciones Moscú-Teherán: De tensas a estratégicas
Durante la Guerra Fría, las relaciones entre Rusia e Irán eran tensas. Sin embargo, tras la caída de la URSS en 1991, mejoraron rápidamente. Rusia se convirtió en un importante socio comercial y proveedor de armas para Irán, incluso construyendo su primera planta nuclear en Bushehr.
En 2015, Rusia fue parte del acuerdo nuclear con Irán, y cuando EE.UU. abandonó el pacto bajo Trump, Moscú dio su apoyo político. Tras la invasión rusa a Ucrania en 2022, surgieron acusaciones de que Irán suministró drones a Rusia.
En enero de este año, Putin y Pezeshkian firmaron un tratado de asociación estratégica, reforzando vínculos políticos, económicos y militares.
Rusia e Israel: Relaciones fuertes pese a las tensiones
A pesar de su cercanía con Irán, Putin ha mostrado consideración por los intereses israelíes. Mantiene una relación personal cercana con Netanyahu, y ambos países han manejado temas delicados, como la situación en Siria.
Aunque Rusia entregó sistemas de defensa S-300 a Irán, ha retrasado el envío de otros equipos, como aviones Su-35, posiblemente por presión israelí. A cambio, Israel ha evitado enviar armas a Ucrania.
Posibles ganancias rusas
Mantener buenas relaciones con Israel e Irán podría posicionar a Rusia como mediador clave en futuras negociaciones nucleares. Además, el conflicto podría elevar los precios del petróleo, beneficiando a la economía rusa en un momento difícil.
Algunos analistas en Moscú creen que la atención en Medio Oriente alejará recursos occidentales de Ucrania, facilitando los avances rusos en el campo de batalla.
"Una guerra entre Israel e Irán ayudará al éxito del ejército ruso en Ucrania", dijo el analista prorruso Sergei Markov.
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