Una voz independiente para Orihuela Costa

Para cambiar verdaderamente el panorama político, se necesitan al menos 10,000 votos para dar a cualquier partido un mandato real.

El lunes 5 de mayo fue sin duda un día exitoso en términos de protesta cívica, ya que alrededor de 300 residentes se unieron para hacer oír sus voces. Sin embargo, aunque esta participación fue alentadora, simplemente no es suficiente. Lo que Orihuela Costa necesita es unidad, una comunidad unida puede convertirse en una fuerza imparable para el cambio. Pero la unidad no sucede por sí sola. Requiere el liderazgo adecuado, alguien capaz de reunir a los diferentes grupos que conforman esta comunidad única: diversas nacionalidades, empresas, asociaciones y residentes de todos los ámbitos.

Desafortunadamente, lanzar acusaciones a las asociaciones existentes y a sus líderes hace poco para construir esa unidad. Ganar el apoyo de toda la comunidad significa involucrar a más que solo a los residentes de habla inglesa. Lo que necesitamos no es solo otro movimiento de protesta, sino una fuerza política capaz de gobernar, un partido con visión y capacidad para dar forma al futuro de Orihuela Costa.

Aquí es donde radica el desafío. En la actualidad, no hay tal persona o partido que cuente con el apoyo generalizado y el liderazgo necesario para unificar la costa. El PIOC tuvo un buen desempeño en las últimas elecciones, gracias a los incansables esfuerzos de Priscilla Cromie y yo mismo, y con un fuerte respaldo del periódico Leader, hechos que hablan por sí mismos.

Sin embargo, tras la significativa división dentro del PIOC el año pasado, ahora me enfrento a una pregunta: ¿cómo puedo servir mejor a Orihuela Costa como Independiente? ¿Es más efectivo trabajar dentro de un partido donde es posible un cambio real, o permanecer en la oposición desde afuera, donde la posibilidad de lograr resultados tangibles es mínima?

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Los votos de protesta reflejan una frustración generalizada, dirigida, justificadamente, a Orihuela. Pero el cambio real requiere participación. De los 29,000 residentes registrados en el padrón, muchos más necesitan registrarse para votar.

Para cambiar verdaderamente el panorama político, se necesitan al menos 10,000 votos para dar a cualquier partido un mandato real. Sin eso, un partido independiente no tiene un camino realista hacia el poder, especialmente cuando los partidos tradicionales como el PP (Partido Popular) se niegan a formar coaliciones con ellos.

La verdad es que, a pesar de breves interrupciones, el PP ha gobernado Orihuela ya sea con mayoría absoluta o en coalición durante las últimas dos décadas. Durante ese tiempo, han impulsado consistentemente políticas que han marginado y discriminado a Orihuela Costa.

Lo más frustrante es que este sesgo ya no está oculto, es flagrante. Y sin embargo, muchos continúan votando por los mismos partidos por hábito o lealtad mal colocada. Es descorazonador ver a la gente seguir ciegamente, ignorando años de mala gobernanza y falsas promesas. El PP ha sido durante mucho tiempo el arquitecto del declive político y de los estándares disminuidos en nuestro municipio.

Si queremos algo mejor, es hora de pensar en grande, actuar de manera más inteligente y, lo más importante, votar por el cambio.