Katheryn Speck dijo que solía ser una nacionalista canadiense, viajaba por el mundo con una hoja de arce en su mochila y una vez vivió en Quebec para poder ser completamente bilingüe. Pero el sábado ella estaba entre cientos de personas que se manifestaron en la legislatura de Alberta para apoyar la separación de Canadá, con muchos en la multitud ondeando banderas de Alberta y algunos incluso mostrando las Estrellas y Barras de los EE. UU. “Pensé que era un país hermoso, fantástico. Pero ahora estoy tan decepcionada. Estoy literalmente destrozada de que nunca seremos representados en este país y nunca habrá una posibilidad de cambiar el gobierno”, dijo Speck. A principios de esta semana, el gobierno de la primera ministra Danielle Smith propuso una legislación que reduciría el umbral para celebrar un referéndum. Mientras Smith le dijo a los reporteros que no presupondría qué preguntas podrían plantear los albertanos en una votación, la medida facilitaría que los ciudadanos pidan un voto para separarse de Canadá. La victoria electoral de los Liberales federales el lunes también ha llevado a algunas personas en la provincia a exigir una salida.
