“
Los españoles utilizan innumerables interjecciones y onomatopeyas en su conversación diaria. Si no hablas bien español pero quieres hacerte pasar por ‘un buen oyente’, estas monosílabos y palabras muy cortas te ayudarán a integrarte.
¡Bah!
Se usa para expresar indiferencia o desdén.
Ejemplo: ¡Bah! Me da igual. Meh! I don’t care.
¡Puf!
Se usa para expresar preocupación o inquietud.
Ejemplo: ¡Puf! No encuentro mi móvil. Damn! I can’t find my phone.
¡Uy!
Similar a ‘puf’ pero se utiliza cuando algo malo ha sucedido o está a punto de suceder. Cuantos más ‘uys’, peor es el problema.
Ejemplo: ¡Uy, uy, uy! Esa casa está en llamas. Oh, Oh! That house is on fire.
¿Eh?
Una forma más vulgar de expresar que no has escuchado lo que alguien ha dicho o no has entendido algo.
Ejemplo: ¿Eh? ¿Qué dices? What? What did you say?
¡Ay!
Se usa para expresar dolor físico o tristeza.
Ejemplo: ¡Ay! ¡Me duele! Ouch! It hurts!
¡Eh!
Se usa para llamar la atención de alguien de una manera poco amistosa.
Ejemplo: ¡Eh, tú! Dame un cigarro. Oi, you! Give me a cigarette!
¡Ey!
Un saludo informal, más amigable que ‘eh’, probablemente derivado de ‘hey’ en inglés.
Ejemplo: Ey! ¿Cómo estás? Hey, how are you?
¡Puaj!
Una forma de expresar disgusto por algo.
Ejemplo: Puaj! ¡Qué asco!. Yuck! That’s disgusting!
¡Guay!
La forma española de decir que algo te parece genial o que estás de acuerdo con ello.
Ejemplo: ¿Así que vamos a la playa? ¡Guay! So we’re going to the beach? Cool!
¡Pum!
Onomatopeya utilizada para describir un golpe fuerte.
Ejemplo: Cogió el balón y pum! Gol! He got the ball and bang! Goal!
¡Zas!
Similar a ‘pum’ pero se usa cuando el golpe es inesperado, un acto de karma o venganza. También se utiliza ‘zasca’.
Ejemplo: Y de repente – ¡zas! – en toda la boca. And all of sudden – pow! – right on the kisser.
¡Hala!
Se usa de manera ligeramente condescendiente cuando alguien mete la pata.
Ejemplo: ¡Hala! ¿Pero qué demonios haces? Here we go! What the hell are you doing?
¡Epa!
Se utiliza cuando alguien resbala o choca contra algo, o casi lo hace. En el País Vasco también se utiliza a menudo para saludar a alguien.
Ejemplo: ¡Epa! ¡Casi me caigo! Oops! I nearly fell over.
¡Olé!
Quizás la palabra más típicamente española que existe, se asocia comúnmente con elogiar a los toreros cada vez que esquivan al animal, pero se usa en el lenguaje cotidiano para elogiar a alguien o algo.
Ejemplo: ¡Olé, que arte! Bravo, beautifully done!
“