Con la exposición *Downtown/Uptown: New York in the Eighties*, la galería Lévy Gorvy Dayan busca presentar a los años 80 como una década vital – y muy relevante hoy en día – para la producción artística. Esta gran muestra reúne a lo más importante del arte de los 80, con piezas clave de Andy Warhol, Jean-Michel Basquiat, Francesco Clemente, Jeff Koons, Keith Haring, Cindy Sherman y muchos otros.
El objetivo de *Downtown/Uptown* es bastante sencillo: mostrar el mejor arte de la década a las nuevas generaciones. “Pensaba en qué arte fue fundamental para ese momento,” dijo Brett Gorvy, co-curador de la muestra. “Y también en qué se ha convertido en fundamental con el tiempo. Hemos tenido suerte de poder acceder a las mejores pinturas de muchos de estos artistas.”
Según Gorvy, los 80 se caracterizaron por el papel central de la fama en el mundo del arte, además de ser una década marcada por la epidemia del Sida y el ascenso de una mentalidad hipercapitalista. El famoso dicho de Gordon Gekko, “la codicia es buena”, se escuchaba en todas partes, especialmente en el arte, donde los viajes de artistas de la pobreza a la riqueza a menudo estuvieron marcados por el frenesí y el exceso.
Andy Warhol – *Reel Basquiat* (1984) Fotografía: Cortesía Lonian Gallery II, LLC / Oriol Tarridas
“Los artistas literalmente sacaban cosas de la basura y creaban arte, así que parecía lo contrario a Wall Street,” comentó Gorvy. “Pero lo que les pasó a muchos es que el dinero llegó muy rápido. Al final hubo drogas y excesos.”
La muestra cuenta con la legendaria galerista Mary Boone, una figura clave en el mundo del arte de los 80, como co-curadora, ofreciendo una perspectiva única sobre los artistas – una pieza de Basquiat demuestra su papel íntimo: un saco de boxeo donde él escribió su nombre en letras grandes bajo su icónica corona. “Ha sido increíble trabajar con Mary Boone, quien era la reina de Soho,” dijo Gorvy. “Ha sido una colaboradora increíble – en definitiva, sus conexiones con los artistas me permitieron aprovecharlas para crear una muestra que es histórica y que a la vez se siente muy relevante.”
*Downtown/Uptown* comienza con una exhibición de los retratos serigráficos de Warhol, incluyendo de las luminarias Clemente, Robert Mapplethorpe y Basquiat, además de uno muy apropiado de signos de dólar. “Warhol es una figura muy importante en la muestra, porque es el pilar central de toda esta actividad,” dijo Gorvy. “Él era un mentor, y su Factory era un lugar donde podías congregarte como artista. Existe la noción de que Warhol presentaba a estos jóvenes como superestrellas. Básicamente, él creó el aspecto de la celebridad.”
Más allá de los efectos del dinero y la fama, la epidemia del Sida también impregnó el mundo del arte de los 80 – este aspecto de *Downtown/Uptown* se enfoca en *27764* de Ross Bleckner, que representa el recuento de víctimas de la enfermedad cuando la obra se creó en 1987. Hecha en un blanco sucio y con innumerables pinceladas, la obra es sombría y profundamente conmovedora – es un punto de partida para las miradas más profundas y tristes sobre el VIH que Bleckner desarrollaría en los 90. “Casi parece como legiones de heridas en el lienzo,” dijo Gorvy. “Y luego, justo en el medio, está este número, en una especie de escritura gótica.”
Fotografía: Cortesía de Lévy Gorvy Dayan
Además de ser devastado por el Sida, el mundo del arte de los 80 también fue azotado por el sexismo, un hecho que el colectivo anónimo Guerrilla Girls logró denunciar con un ingenio y sarcasmo que llamó la atención. *Downtown/Uptown* les rinde homenaje mostrando algunos de sus carteles más ingeniosos. Uno de ellos señala cómo el Guggenheim, el Met, el MoMA y el Whitney presentaron colectivamente solo a una artista mujer en una exposición individual en 1984. Otro enumera irónicamente las “ventajas de ser una artista mujer”, que incluyen “no quedar atrapada en un puesto de profesora titular” y “tener la oportunidad de elegir entre carrera y maternidad”.
Gorvy reconoció que *Downtown/Uptown* está muy desequilibrada en cuanto a la representación de artistas mujeres, señalando que esto refleja tristemente la realidad del mundo del arte de los 80. “Lo que llama la atención de esta muestra es la voz masculina muy fuerte,” dijo Gorvy. “Esa noción de que las artistas mujeres encontraran su propio espacio para crecer no existía en la pintura de los 80. Las galerías de la época no necesariamente elegían promover artistas mujeres. Creo que tenemos siete artistas mujeres en la muestra, lo que proporcionalmente es probablemente bastante exacto.”
Cindy Sherman – *Untitled #86* (1981) Fotografía: Cortesía de la artista y Hauser & Wirth Cortesía Fischl Gornik Family Foundation
Según Gorvy, la parte del arte de los 80 que más impregna el mundo del arte actual es el enfoque en la figuración, que volvió a ponerse de moda después de unos 70s dominados por un minimalismo frío y severo. “La primacía de la figuración hoy en día es algo que nació en los 80,” dijo Gorvy. “Fue una gran reacción contra el minimalismo y la mentalidad fría de artistas que no ponían su mano.”
*Downtown/Uptown* también ofrece una oportunidad fascinante para ver cómo han perdurado las obras más importantes de los 80. Parecería casi imposible hacer una muestra de los 80 sin incluir *Piss Christ* de Andres Serrano – que casi por sí sola inició las guerras culturales sobre el arte que continuaron en los 90 – sin embargo, cuando Gorvy menciona a los artistas que realmente han perdurado, la figura que encabeza su lista es Basquiat.
Fotografía: Cortesía de Lévy Gorvy Dayan
“Con un artista como Basquiat, la autenticidad de su obra consiste en traer la historia de la calle, del *grafiti*, a la galería,” dijo Gorvy. “Tiene una vitalidad que simplemente te toca. Hay una razón por la cual Basquiat es uno de los artistas más top hoy en día comercialmente. Él es, bueno, más allá de cualquier otro en la muestra, el artista más caro que tenemos, y tiene relevancia tanto para los artistas jóvenes como para los coleccionistas.”
Gorvy compartió que mientras trabajaba en *Downtown/Updown* pensaba frecuentemente en su hija de 20 años, reflexionando sobre qué querría saber alguien de su generación sobre el mundo del arte de los 80. “Pensaba en por qué los 80 deberían hablarle a esta generación,” dijo. Él ve relevancia en la moda y la música de la Generación Z, una apertura que ojalá genere curiosidad. “Ojalá estemos presentando a estos artistas a un nuevo público, mostrando un espectro completo para que los jóvenes lo entiendan de manera muy holística. En mi mente, vuelvo a la idea de mi hija y a preguntarme, ‘¿Cómo pasas el testigo de algo que es muy especial?’”
