La autoridad de aviación civil DGAC ha pedido a las aerolíneas cancelar ciertos vuelos para garantizar suficientes controladores en servicio.
La huelga afectó el tráfico aéreo en toda Europa Occidental.
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Ryanair, la mayor aerolínea de Europa, anunció el jueves la cancelación de 170 vuelos, afectando a 30.000 pasajeros.
“Otra vez, familias europeas son rehenes de los controladores franceses”, declaró Michael O’Leary, CEO de Ryanair.
La asociación Airlines for Europe, que incluye Ryanair, Air France-KLM, Lufthansa, British Airways y EasyJet, calificó la medida de “inaceptable”.
Según fuentes, 270 controladores de un total de 1.400 se sumaron a la protesta.
UNSA-ICNA, el segundo mayor sindicato del sector, inició la acción para exigir mejores condiciones laborales y más personal. Se les unió USAC-CGT, el tercer sindicato más grande.
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Pasadas las 10 am del jueves, los vuelos registraban retrasos importantes: 1,5 horas de media en llegadas y 1 hora en salidas en Niza, el tercer aeropuerto de Francia.
Un cuarto de los vuelos en París Charles de Gaulle y Orly también fueron cancelados.
Los aeropuertos del sur fueron los más perjudicados. Además de Niza, Lyon, Marsella y Montpellier sufrieron cancelaciones del 30%.
A las puertas de las vacaciones escolares, se espera mayor tensión en los aeropuertos de París y Beauvais, donde la DGAC ordenó reducir vuelos en un 40%.
Eurocontrol alertó a las aerolíneas sobre retrasos “significativos” en el espacio aéreo gestionado por los centros de Marsella, Brest y Reims.
Fuentes indicaron que la aviación privada, especialmente en Niza y Le Bourget, también se vio muy afectada.
El ministro de Transporte francés tachó las demandas sindicales de inaceptables.
“Las exigencias de sindicatos minoritarios son inaceptables, como también lo es convocar esta huelga al inicio de la temporada vacacional”, afirmó Philippe Tabarot el miércoles.