El grupo de campaña medioambiental Greenpeace ha criticado duramente el hecho de que los vuelos de bajo coste entre destinos europeos sigan siendo, a menudo, significativamente más baratos que viajar en tren.
Con el agravamiento de incendios forestales, olas de calor y sequías en Europa, muchas personas desean optar por elecciones más respetuosas con el clima, incluso en lo que concierne a los viajes.
No obstante, una nueva investigación de Greenpeace sugiere que los consumidores no reciben un trato justo –dado que tomar el tren entre destinos europeos resulta frecuentemente mucho más oneroso que un vuelo económico.
En un análisis de 142 rutas a lo largo de 31 países europeos, Greenpeace halló que los vuelos son más económicos que los trenes en el 54 por ciento de 109 trayectos transfronterizos.
La organización medioambiental señaló que las aerolíneas low-cost llevan ventaja debido a precios injustos. Denunciaron la “inacción política que permite a las aerolíneas subcotar al ferrocarril a expensas del planeta”.
Herwig Schuster, responsable de transporte de Greenpeace Central y Este de Europa, declaró: “Incluso mientras la crisis climática se intensifica, el sistema fiscal europeo continúa favoreciendo el medio de transporte más contaminante.”
Schuster citó el ejemplo de un vuelo de Barcelona a Londres que puede costar tan solo 15€, mientras que el tren en la misma ruta (con un coste aproximado de 389€) “llega a ser hasta 26 veces más caro”.
Añadió: “La aviación goza de privilegios fiscales injustos, mientras que los pasajeros ferroviarios cargan con el coste. Estos precios no reflejan un mercado funcional –reflejan un sistema amañado.”
Los pasajeros pueden adquirir billetes baratos de aerolíneas low-cost como Ryanair, Wizz Air, Vueling y EasyJet.
Los activistas arguyen que los precios son tan bajos debido a factores como los combustibles de aviación no gravados y la exención del IVA en los billetes de vuelos internacionales.
“Mientras tanto, los operadores ferroviarios suelen pagar el IVA completo, unos costes energéticos en alza y elevadas tasas de acceso a las vías”, afirmó Greenpeace.
El estudio no incluyó, sin embargo, los costes ocultos adicionales que a menudo surgen con el transporte aéreo, como los cargos por equipaje y facturación o el traslado al aeropuerto.
Un empleado de Ryanair habla con un pasajero en los mostradores de facturación del Terminal 2 del aeropuerto de El Prat en Barcelona. Foto: Pau BARRENA/AFP.
Las tarifas aéreas bajas ‘empujan a los viajeros a volar’
El estudio de Greenpeace reveló que en poco más de la mitad de las rutas transfronterizas analizadas, volar resultó más barato al menos seis de nueve días. Se verificaron las tarifas durante nueve días distintos para cada ruta y en diferentes periodos de reserva.
El estudio encontró que los trenes fueron siempre o casi siempre más económicos en 29 (39 por ciento) rutas transfronterizas, muchas de ellas en Europa Central y Oriental, particularmente en los países bálticos y Polonia. En Francia, España y el Reino Unido, los trenes fueron más caros que los vuelos en hasta el 95 por ciento de las rutas transfronterizas.
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La organización destacó el impacto medioambiental, señalando que los vuelos emiten “cinco veces más CO2 por pasajero-kilómetro que los trenes de media”.
“En comparación con ferrocarriles que utilizan electricidad 100% renovable, su impacto puede ser más de 80 veces peor”, indicó Greenpeace, añadiendo que “las tarifas aéreas artificialmente bajas siguen impulsando a los viajeros hacia el avión”.
No obstante, se han registrado algunas mejorías.
El análisis señaló que desde 2023, la proporción de rutas donde el tren es más barato ha aumentado en 14 puntos porcentuales. El impulso para introducir más trenes nocturnos en Europa también se citó como un desarrollo positivo.
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Y en algunos países –como Alemania– las políticas favorables al clima parecen estar surtiendo efecto.
El activista de Greenpeace Herwig Schuster declaró al medio alemán Tagesschau: “Dentro de Alemania, viajar en tren es casi siempre más barato que volar.”
Las aerolíneas low-cost también se han quejado del incremento en el coste de las tasas aeroportuarias en países de toda Europa. Ryanair ha cancelado rutas y cerrado bases en numerosos países para protestar contra el alza de tarifas.
En 2024, Ryanair y EasyJet sugirieron que las tasas y costes operativos en los aeropuertos alemanes eran demasiado elevados.
“Berlín se encuentra entre los aeropuertos más costosos desde los que operamos”, afirmó un portavoz de EasyJet a The Local, añadiendo que “los costes aeroportuarios representan alrededor del 20% de los costes operativos de EasyJet y son el segundo gasto más grande después del combustible”.
Greenpeace insta a la UE y a los gobiernos nacionales a tomar medidas y hacer que viajar en tren por Europa sea más fácil y asequible.
“Cada ruta donde un avión es más barato que un tren es un fallo político”, afirmó Schuster. “No podemos seguir recompensando el medio de transporte más contaminante. Europa debe hacer del tren la opción más económica y sencilla –no el último recurso”.
