El dúo conflictivo se resistió al arresto. Crédito: YappAppLtd / X
Un viaje de despedida de soltero de Leeds a Alicante terminó con esposas—pero no de las juguetonas—cuando dos pasajeros británicos fueron arrestados al aterrizar en el Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández.
Los individuos, que volaban con amigos en un vuelo de Ryanair para celebrar una despedida, ya habían llamado la atención en la puerta de embarque debido a su evidente estado de embriaguez, según fuentes cercanas al caso.
Testigos citados por *The Sun* indicaron que su comportamiento se volvió cada vez más agresivo durante el trayecto, lo que llevó a la tripulación a alertar a la policía española antes de la llegada. Agentes de la Guardia Civil esperaban en la pista cuando el avión aterrizó a las 19:22.
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Imágenes compartidas en redes sociales muestran a dos agentes abordando la aeronave para reducir al dúo alborotador, que opuso resistencia al arresto, mientras los demás pasajeros aplaudían aliviados.
Este incidente pone de relieve un problema recurrente en los vuelos de bajo coste entre el Reino Unido y España, que a veces se convierten en el preludio de una juerga vacacional. Alicante, destino popular para despedidas y escapadas, es una de las rutas más transitadas por Ryanair desde Leeds Bradford, Mánchester y Birmingham.
Un portavoz de Ryanair confirmó el incidente y respaldó el proceder de la tripulación:
“La tripulación de este vuelo de Leeds Bradford a Alicante solicitó asistencia policial antes del aterrizaje tras el comportamiento alterado de dos pasajeros a bordo. El avión fue recibido por la policía local y los pasajeros fueron desalojados. Ryanair mantiene una política de tolerancia cero ante conductas disruptivas y continuará tomando medidas contundentes para garantizar la seguridad y comodidad de todos los clientes”.
Este episodio llega en un momento en que Ryanair ajusta su capacidad de asientos en algunos aeropuertos españoles, aunque el corredor Reino Unido–España sigue siendo uno de los más rentables. Sirve además como recordatorio de la faceta menos amable del turismo de fiesta—cuando la celebración empieza demasiado pronto y acaba entre rejas.