El partido Vox ha registrado en el Parlamento Balear un proyecto de ley que persigue prohibir el uso del burka y el niqab en los espacios públicos. Al tratarse de una ley orgánica, su aprobación definitiva deberá pasar por el Congreso de los Diputados, donde la formación ya presentó un texto idéntico la semana pasada. En Baleares, una propuesta similar de carácter no vinculante fue sometida a votación recientemente, pero no logró el respaldo del PP después de que Vox rechazara sus enmiendas.
El nuevo texto parece recoger las dos principales objeciones planteadas por el PP en sus enmiendas: los ‘populares’ pretendían limitar la prohibición específicamente a los velos integrales (y no al hijab) y dirigir la petición al Estado en lugar de al Gobierno balear. El portavoz del PP en el Parlamento, Sebastià Sagreras, no ha confirmado si su grupo apoyará la toma en consideración del proyecto (a la espera de revisar su redacción), pero ha manifestado que estas vestimentas islámicas, el burka y el niqab, “atentan contra la libertad de la mujer” y, por lo tanto, su partido las rechaza. “El burka hace invisible a la mujer y va en contra de la dignidad y la igualdad”, declaró Sagreras.
La normativa propuesta por Vox prohibiría el uso de ambas prendas en espacios públicos y modificaría el Código Penal para castigar con hasta tres años de prisión a quien las imponga a las mujeres “mediante violencia, intimidación o cualquier forma de coacción”. En los casos en que las víctimas sean especialmente vulnerables, incluyendo a los menores, la pena máxima se eleva a cuatro años. El anteproyecto modifica, además, otras dos leyes orgánicas: la Ley de Seguridad Ciudadana y la Ley de Derechos y Libertades de los Extranjeros en España.
**Apoyo a los derechos de la mujer**
La portavoz de Vox, Manuela Cañadas, ha sostenido que esta ley “protege a la mujer, defiende nuestra seguridad y deja claro que en Baleares no vamos a admitir prácticas que niegan los derechos de la mujer y ponen en peligro la convivencia democrática”. Además, argumentó: “Formamos parte de una civilización construida sobre la igualdad, y lo que el burka y el niqab representan es justo lo contrario. Reducen a la mujer al silencio y la invisibilidad y simbolizan una cultura de la subordinación. No hablamos de religión, sino de ideología. En España, la libertad y los derechos son para todos”. Cañadas añadió que otros países europeos también han restringido el uso de los velos integrales.
