Propiedad de un misterioso billonario norteamericano, Viva fue diseñada con un audaz objetivo: igualar la huella ambiental del yate anterior del dueño— a pesar de ser 32 metros más largo. Esto se logró en parte a través de un avanzado sistema de propulsión hibrido, lo que permite a la embarcación navegar a 12 nudos con potencia diésel-eléctrica mientras explora áreas marinas prístinas con emisiones reducidas.
El lujo se encuentra con la innovación a lo largo del diseño del yate. Viva puede acomodar hasta 16 invitados en ocho suites espaciosas, con una tripulación de hasta 38 asegurando una experiencia sin igual. Las características a bordo incluyen un cine privado, club de playa, gimnasio, salón de belleza, ascensor y iluminación subacuática—estableciendo un nuevo estándar para el lujo sostenible en el mar.
Su estética limpia y minimalista refleja la “menos es más” filosofía del propietario. Desde la impactante superestructura de vidrio hasta el brillante interior estilo casa de playa de planta abierta, Viva maximiza la luz natural y la eficiencia energética. El casco, terminado en un distintivo blanco perla, ha sido diseñado para un rendimiento hidrodinámico, requiriendo menos potencia del motor para deslizarse por el agua.
Impulsada por dos motores MTU diésel-eléctricos, Viva alcanza una velocidad máxima de 20 nudos y ofrece estabilización en anclaje para una navegación suave. Construida con un casco de acero, superestructura de aluminio y cubiertas de teca, también lleva 71,000 litros de agua dulce. Clasificada bajo Lloyd’s Register, Viva no es solo un símbolo de lujo—sino una declaración de innovación sostenible.