Los datos más recientes revelan una realidad llamativa en amplias zonas del litoral sur de España: los residentes de origen europeo superan con creces a la población española, configurando lo que algunos analistas describen como ‘sociedades paralelas’ en la Costa Blanca y la Costa del Sol.
Los impactantes gráficos publicados por elDiario.es muestran que extensas franjas costeras próximas a Málaga, Murcia y Alicante, así como el sur de Tenerife, albergan mayoritariamente a poblaciones de origen europeo. En ciertas áreas cercanas a Torrevieja, en la Costa Blanca, los españoles apenas representan el 11% de los vecinos.
Esta tendencia corrobora la revelación del Instituto Nacional de Estadística (INE) en octubre pasado: el crecimiento demográfico sin precedentes en España está impulsado principalmente por residentes nacidos en el extranjero, cuya comunidad crece aproximadamente veinte veces más rápido que la autóctona.
Uno de los ejemplos más notables, según elDiario, es el municipio de Rojales, al norte de Torrevieja, donde un 81% de los habitantes son expatriados europeos. Le sigue de cerca Orihuela, también en la Costa Blanca, con un 70% de residentes europeos y sólo un 17% de españoles.
Hacia el norte, focos turísticos como Benidorm, Teulada y Jávea registran poblaciones europeas del 70% y 65%, confirmando el patrón de concentración foránea en algunas de las localidades litorales más cotizadas.
En la Costa del Sol, zonas de Mijas y Estepona alcanzan picos de población europea en torno al 45%, si bien los españoles mantienen la mayoría en otros barrios. La tendencia se replica en el archipiélago: en el sur de Tenerife, Adeje cuenta con un 60% de residentes europeos y Santiago del Teide con un 52%.
Aunque los gráficos no desglosan las nacionalidades, datos recientes de Idealista indican que los compradores británicos adquirieron más de 5.500 viviendas en el primer semestre de 2025, liderando así el mercado inmobiliario para extranjeros. Un 12% de esos compradores eligió Andalucía y un 11% la Región de Murcia. Según el INE, a principios de 2025 había casi 270.000 británicos empadronados en España.
La población española alcanzó cifras históricas en 2023 y 2024, superando los 48 millones de habitantes. Este aumento se atribuye principalmente a la llegada de ciudadanos de otros países de la UE, el Reino Unido, América Latina y el norte de África. El INE señala múltiples factores, entre ellos el notable incremento de residentes extranjeros a largo plazo, atraídos por el clima y la calidad de vida.
En 2025, alrededor de 9,3 millones de personas residentes en España habían nacido en el extranjero —casi uno de cada cinco—. De ellos, algo más de tres millones poseen ya la nacionalidad española, mientras que los seis millones restantes mantienen su nacionalidad de origen.
España ocupa el quinto puesto en Europa en proporción de residentes nacidos fuera de sus fronteras, precedida por Austria, Suecia, Alemania y Bélgica. En todos estos países, el porcentaje supera el 18% y el crecimiento ha seguido una trayectoria similar: entre 2010 y 2024, la población de origen extranjero aumentó aproximadamente un 40%.
Este boom demográfico, inédito en la historia contemporánea española, ayuda a contrarrestar la crónica baja natalidad y el envejecimiento poblacional, pero al mismo tiempo está transformando la estructura social de las regiones costeras, donde los residentes foráneos superan ya, en muchas áreas, a la población local.