Un adolescente engañado para ir a un internado en África ha ganado una importante victoria legal contra sus propios padres.
El chico de 14 años, que no puede ser identificado, fue llevado de Londres a Ghana en marzo del 2024 después de que le dijeran que un familiar estaba enfermo.
En realidad, sus padres querían sacarlo de Londres porque temían que se estuviera metiendo en actividades criminales.
Infeliz y nostálgico en Ghana, el chico encontró abogados y presentó un caso contra sus padres en el Tribunal Superior de Londres, que falló en su contra en febrero. Pero el jueves, ganó una apelación, así que el caso será revisado.
El juez más importante de la División Familiar, Sir Andrew McFarlane, dijo que había confusión en la decisión anterior.
“Nos preocupa cada vez más cómo el juez manejó el caso”, añadió.
“Por esas razones, estamos de acuerdo en que se permita la revisión.”
Instó a la familia a encontrar una solución mediante diálogo constructivo.
En la audiencia, la abogada del chico, Deirdre Fottrell KC, dijo que está “desesperado” por volver al Reino Unido.
“Está culturalmente desplazado y alienado”, dijo.
“Se siente abandonado por su familia. Él se considera un chico británico, un chico de Londres.”
El chico sigue en Ghana y ha estado asistiendo a una escuela diurna allí.
Su abogado, James Netto, describió la decisión de la apelación como “enormemente significativa” y que tendría impacto en el derecho familiar internacional.
Dijo: “Estamos muy contentos de que el Tribunal de Apelaciones haya aceptado el recurso de nuestro cliente y reconozca la importancia de escuchar a los jóvenes en procesos legales que afectan sus vidas.”
La abogada de los padres, Rebecca Foulkes, dijo que quedarse en Ghana era la opción “menos dañina” para el chico.
“Los padres tomaron una decisión difícil cuando actuaron así”, dijo.
“Ghana era un refugio seguro, lejos de quienes lo exponían a riesgos.”
“La opción menos dañina es que se quede en Ghana”.
El caso gira en torno al conflicto entre los derechos de los padres sobre su hijo y los derechos del niño a decidir sobre su vida.
El Tribunal Superior había fallado que los padres podían enviarlo a Ghana. Pero el Tribunal de Apelaciones consideró que el juez no tuvo suficientemente en cuenta el bienestar del chico, a pesar de reconocer que era maduro para tomar ciertas decisiones.
El chico dijo al tribunal que se sentía como si estuviera “viviendo en el infierno”.
Contó que lo “burlaban” en la escuela de Ghana y “casi no entendía lo que pasaba”.
En el fallo anterior, el juez Mr Justice Hayden dijo que los padres actuaron por “amor profundo e incondicional” hacia su hijo.
Consideró que el chico, que vivía en el Reino Unido desde nacido, corría más peligro si volvía a Londres.
Dijo que los padres creían, “y con razón”, que su hijo tenía “al menos contacto con la cultura de pandillas y un interés preocupante por los cuchillos”.
Sir Andrew dijo que el caso será revisado por otro juez en las próximas semana.
La decisión final se dará por escrito más adelante.