A finales de septiembre, se nos recuerda a dos mujeres andaluzas extraordinarias cuyos aniversarios coinciden en el calendario.
En primer lugar, celebramos la vida de Victoria Kent, una figura pionera cuyo legado ha dejado una huella indeleble en la historia de España.
Si alguna vez has tomado el tren cercanías al Aeropuerto de Málaga, es probable que hayas pasado por una estación suburbana cuyo nombre parece casi fuera de lugar: Victoria Kent. La estación rinde homenaje a una de las hijas más ilustres de Málaga.
Victoria Kent falleció el 25 de septiembre de 1987, a la edad de 90 años.
En la década de 1920, cuando se permitió por primera vez a las mujeres españolas asistir a la universidad, Victoria eligió el Derecho como su campo de estudio. Se convirtió en la primera mujer estudiante de la facultad y más tarde alcanzó fama nacional por defender al oficial del ejército Albornoz, un caso que se llevó ante un tribunal militar, un ámbito en el que ninguna mujer había incursionado previamente.
Sus talentos no pasaron desapercibidos. En 1931, a la edad de 34 años, fue nombrada Directora General de Prisiones en la recién establecida Segunda República. Pero su ideología la situó en el lado ‘equivocado’ para Franco. Cuando el dictador ascendió al poder, Victoria huyó a París justo antes de su arresto; fue sentenciada a 30 años de prisión in absentia.
Las cuatro décadas de exilio de Victoria estuvieron llenas de peripecias. A finales de los años 30, intentó emigrar de Francia a México. Sin embargo, la demora en el procesamiento de su papeleo fue tan severa que el estallido de la Segunda Guerra Mundial la forzó a refugiarse en la embajada mexicana.
Aunque era una feminista apasionada, Victoria no tenía prisa por conceder el voto a las mujeres españolas. Su postura –que la hizo impopular entre muchos– era que las mujeres españolas de la época eran demasiado sumisas a la iglesia y a sus maridos. Abogó por una extensión gradual del sufragio femenino y una serie de programas de educación cívica para ayudar a romper el dominio del altar y la cocina.
En la década de 1980, muchas de estas restricciones fueron levantadas. Aunque regresó brevemente a Málaga, Victoria se había convertido para entonces en alma del exilio, estableciéndose finalmente en Nueva York, donde falleció en 1987.
Quizá el nombre de Pastora Soler no te suene, pero es probable que hayas oído su voz. Es una de las cantantes más célebres de Andalucía.
Nacida como María del Pilar Sánchez Luque el 28 de septiembre de 1978 en un pequeño pueblo a las afueras de Sevilla, Pastora Soler cumple esta semana 47 años.
Desde temprana edad, Pastora exhibió una voz potente y melódica y se hizo conocida por interpretar coplas –baladas trágicas que son un pilar de la música española. Con solo 16 años, firmó con Polygram y su carrera despegó desde ahí.
Su primer sencillo, “Dámelo Ya”, se convirtió en un enorme éxito, no solo en España sino internacionalmente, alcanzando el número uno en Turquía y vendiendo cientos de miles de copias. La canción sigue siendo un clásico en las discotecas españolas y en los festivales locales.
Su siguiente éxito, “Corazón Congelado”, fue adoptado como canción tema para la Vuelta, el equivalente español al Tour de Francia.
Sin embargo, en los últimos años, la carrera de Pastora ha pasado a un segundo plano. La pandemia de COVID ciertamente no ayudó, pero la razón principal de su hiato ha sido su enfoque en la familia. Tiene dos hijas pequeñas, Estrella y Vega, de 10 y 5 años respectivamente.
LECTURA ADICIONAL:
Quizás la razón más publicitada para su pausa de los focos, no obstante, es su honesta admisión de que sufre de ansiedad escénica. Aunque algunos en la prensa han minimizado su condición, Pastora insiste en que no es cosa de broma. Ella cree que las expectativas sociales depositadas en las mujeres en España son parcialmente culpables de una serie de dolencias nerviosas, como la agorafobia.
“Hay miles de mujeres”, dice, “de quienes se espera que se queden en casa y nunca salgan. Lamentablemente, muchas incluso creen que ese es su papel”. Ella cree que incluso en 2025, esta mentalidad impide a muchas mujeres alcanzar su potencial. “En España, a menudo se valora a las mujeres por ser modestas, calladas y hogareñas. Si bien estas cualidades están bien, algunas de nosotras tenemos más que ofrecer”.
Pastora está ahora de vuelta en el ojo público, apareciendo en programas de televisión nacional, e incluso se habla de que represente a España en el Festival de Eurovisión.
Aunque Victoria Kent y Pastora Soler nunca se conocieron, es fascinante pensar que, dada la proximidad de sus fechas de nacimiento y defunción, el testigo ha pasado de una generación de mujeres andaluzas a otra.
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