Conmocionados y llorando, los familiares enterraron el viernes a dos mujeres y una niña cuyo asesinato y tortura transmitido en vivo causó indignación en Argentina, donde activistas planean una protesta para el fin de semana contra el feminicidio.
Los cuerpos de Morena Verdi y Brenda Del Castillo, primas de 20 años, y de Lara Gutierrez de 15, fueron encontrados enterrados el miércoles en el patio de una casa en un suburbio del sur de Buenos Aires, cinco días después de su desaparición.
El crimen, que los investigadores vinculan al narcotráfico, fue perpetrado en vivo en Instagram y visto por 45 miembros de una cuenta privada, dijeron las autoridades.
Los investigadores dijeron que las víctimas, creyendo que iban a una fiesta, fueron atraídas a una furgoneta la noche del viernes pasado, supuestamente como parte de un plan para “castigarlas” por violar un código de pandilla, y como advertencia para otros.
La policía descubrió la transmisión de Instagram después de que uno de los cuatro detenidos -dos hombres y dos mujeres- lo revelara bajo interrogatorio, según Javier Alonso, ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires.
En las imágenes, se escucha a un líder de la pandilla decir: “Esto es lo que les pasa a los que me roban drogas a mi.”
Los medios argentinos informan que los torturadores cortaron dedos, arrancaron uñas, golpearon y asfixiaron a las víctimas.
El viernes, decenas de personas acompañaron el cortejo fúnebre hacia un cementerio fuera de la capital donde se realizó un entierro privado para Verdi y Del Castillo.
Gutierrez fue enterrada en un lugar diferente.
“Fui hasta donde estaban los dos pequeños ataúdes, uno al lado del otro, y allí pude llorar más, y les prometí que iba a averiguar quién hizo esto, porque destruyeron los cuerpos”, dijo Antonio Del Castillo, abuelo de Brenda y Morena, a la AFP.
“Hacer un velorio de un familiar con el ataúd cerrado es muy doloroso para mí, muy doloroso”, agregó.
– No hay víctimas malas –
“Estaban con la gente equivocada en el momento equivocado, y eso es todo. No tenían nada que ver”, dijo Federico Celedón, primo de Morena y Brenda, a la AFP.
Dijo que Brenda tenía un hijo de un año que ahora será cuidado por sus abuelos.
Grupos de derechos humanos han convocado a manifestaciones en todo el país para el sábado bajo la consigna: “No hay víctimas buenas o malas, solo feminicidios”, en una aparente alusión a la presunta participación de las víctimas en el trabajo sexual.
María Eugenia Ludueña, directora de la ONG de derechos Presentes, dijo a la AFP que las víctimas eran jóvenes con pocas opciones, ya que venían de un entorno pobre.
“Hablamos de tres mujeres muy jóvenes, una de ellas de 15 años, que, según varios informes, fueron convocadas a un evento relacionado con el trabajo sexual”, dijo Ludueña.
“La falta de trabajo y la crisis económica que vivimos hoy afecta más a las mujeres”, permitiendo que las redes criminales se aprovechen de ellas, señaló.
Un abogado de la familia de la víctima más joven, Gonzalo Fuenzalida, dijo que habían recibido amenazas de muerte y que pedirá protección policial.
Decenas de líderes políticos, culturales y sociales han hablado en contra del crimen y han pedido el fin de la violencia de género.
Un hombre apodado “Little J” o “Julito”, que se cree es el cabecilla de la pandilla detrás de los asesinatos, está prófugo.