Al primer vicepresidente de Sudán del Sur, Riek Machar, se le acusa de asesinato, traición y crímenes de lesa humanidad. Algunos temen que esta medida podría reavivar la guerra civil del país.
El ministro de Justicia, Joseph Geng Akech, declaró que los cargos contra Machar están relacionados con un ataque en marzo llevado a cabo por una milicia supuestamente vinculada al vicepresidente.
Los caminos que llevan a su casa en la capital, Juba, han sido bloqueados por tanques y soldados.
Las fuerzas leales a Machar lucharon en una guerra civil de cinco años contra aquellos que apoyan al presidente Salva Kiir, hasta que un acuerdo de paz en 2018 puso fin a la lucha en el país más joven del mundo.
Machar ha estado bajo arresto domiciliario desde marzo, y tanto la ONU, la Unión Africana como los países vecinos han pedido calma.
El acuerdo de paz de 2018 terminó con el conflicto que había matado a casi 400.000 personas, sin embargo, la relación entre Machar y Kiir se ha vuelto cada vez más tensa debido a tensiones étnicas y violencia esporádica.
Siete personas más han sido acusadas junto a Machar, incluido el ministro de Petróleo, Puot Kang Chol, y el jefe adjunto del Estado Mayor del Ejército, el teniente general Gabriel Duop Lam, según dijo el ministro de Justicia Joseph Geng Akech en un comunicado.
Todos ellos son aliados de Machar que fueron arrestados al mismo tiempo que él y que también han permanecido detenidos desde entonces. Otros 13 sospechosos siguen en libertad, declaró el ministro.
El ataque de marzo fue realizado por la milicia “Hormiga Blanca”, compuesta en su mayoría por combatientes del grupo étnico Nuer, el mismo que Machar.
Tomaron por asalto una base militar en la ciudad nororiental de Nasir, y según los informes, mataron a 250 soldados y a un general. Un helicóptero de la ONU también recibió disparos, lo que resultó en la muerte de su piloto.
“Este caso envía un mensaje claro: quienes cometen atrocidades contra el pueblo de Sudán del Sur, contra nuestras fuerzas armadas y contra el personal humanitario tendrán que rendir cuentas, sin importar su posición o influencia política”, dijo el ministro de Justicia.
Añadió que, como el asunto ahora está en los tribunales, no debe ser objeto de debate político o diplomático hasta que se emita un fallo judicial.
Machar no ha comentado sobre la acusación de que él estuvo detrás del ataque.
Sudán del Sur obtuvo su independencia de Sudán en 2011 después de décadas de conflicto.
Pero en menos de dos años, estalló la guerra civil.
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[Getty Images/BBC]
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