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Los cementerios podrían erigirse como la última tendencia viajera que se propaga por Europa, conforme los turistas anhelan dinamizar su consabido itinerario de museos y cafeterías triunfales en TikTok.
Puede sonar lúgubre e incluso escalofriante, pero para los tafófilos (aquellos que profesan un acusado interés por los cementerios y los epitafios) deambular entre lápidas brinda una perspectiva única de la civilización y la historia de un país.
Incluso los expertos en viajes reconocen la pujante popularidad del turismo cemeterial, arguyendo que ofrece una inusual oportunidad de “oponerse a los viajes de casillas marcadas”, en tanto el sobreturismo aqueja a buena parte del continente.
Turismo de cementerio: ¿Cuál es el atractivo?
“Los cementerios no son lugares temibles ni macabros”, asegura Jono Namara, cineasta y autoproclamado tafófilo que ha visitado centenares de cementerios por todo el mundo.
Criado con una fascinación por todo lo histórico y ojival, Namara ha transmutado su pasión en una serie de contenidos para redes sociales que documenta cómo los difuntos continúan moldeando a los vivos a través de los “monumentos y misterios” que dejan tras de sí.
Algunos de sus camposantos predilectos incluyen los Siete Magníficos de Londres, donde yacen personalidades tan destacadas como Karl Marx, Emmeline Pankhurst y Sir Henry Tate; el Père Lachaise de París, último reposo de Oscar Wilde, Jim Morrison y Édith Piaf; y Laeken en Bruselas.
“El siguiente en mi registro es el Zentralfriedhof de Viena, donde compositores y poetas comparten el descanso eterno”, comenta Namara a Euronews Travel.
Al describir los cementerios como “museos a la intemperie vacíos” modelados por el arte, la arquitectura y las creencias, Namara estima que estos enclaves ofrecen la combinación perfecta de civilización, sosiego y curiosidad.
Un respiro de las multitudes y los ‘clichés’
Con niveles récord de turismo impactando a países europeos como España y Grecia este año, una trifecta semejante puede parecer difícil de hallar.
Es una de las razones primordiales por las que el turismo de cementerios está cobrando fuerza, pues puede narrar la historia de una ciudad “sin aglomeraciones ni tópicos”.
“Los cementerios suelen hallarse ocultos en barrios genuinos, al margen de los recorridos en autocar y las tiendas de souvenirs”, añade Namara.
“Al buscarlos, deambulas por el tejido habitual de un lugar. Contemplas cómo una civilización rememora a sus muertos y, al hacerlo, comprendes cómo elige existir”.
Los mejores cementerios para visitar en Europa
El Dr. Dan O’Brien también es un entusiasta de los cementerios y ejerce como historiador de la muerte en la Universidad de Bath en el Reino Unido.
Atraído al universo cemeterial debido a su afición por el senderismo y su interés por la historia, O’Brien comenzó a explorar estos sitios entre reuniones de trabajo.
Ahora, afirma, descubrir nuevos cementerios se ha vuelto “sumamente adictivo” y ha cultivado una pasión particular por detectar memento mori en las lápidas (las calaveras y huesos que simbolizan la inevitabilidad de la muerte).
Algunos de sus lugares favoritos incluyen Greyfriars Kirkyard en Edimburgo y Tower Hamlets en Londres, así como Key Hill y Warstone Lane en Birmingham.
El tafófilo apunta que muchos de estos enclaves se hallan próximos a algunas de las atracciones más populares de Europa, pero brindan un instante de calma al margen de las muchedumbres.
“También haría una mención especial al cementerio de San Michele de Venecia, un camposanto en uso ubicado en una isla: es un lugar sereno y apacible cerca de las zonas turísticas más concurridas, ideal para pasear o sentarse a reflexionar”, añade.
“¡El pequeño cementerio de mascotas en los Parade Gardens de Bath también es una delicia y se encuentra escondido en el corazón de la ciudad!”
Los siguientes en su lista de deseos son los cementerios históricos de Nueva Orleans, especialmente Saint Louis No.1, el más antiguo de la urbe.
‘Insurrección contra los viajes con casillas marcadas’
Es posible que muchos viajeros aún se sientan incómodos con la idea de visitar un cementerio, pero aquellos lo suficientemente audaces como para intentarlo podrían toparse con un nuevo interés.
Catherine Warrilow, experta en estrategia de marcas turísticas de The Plot, señala que ahora más personas emprenden “viajes de autodescubrimiento” en sus travesías, y muchas desean reconectar con las historias personales.
“El interés por visitar cementerios va en aumento y considero que supone un vínculo muy positivo con la herencia y la historia local”, añade.
“Muchas de las personas que descansan en nuestros cementerios moldearon de forma fundamental la cultura y la historia locales, y son lugares de una belleza insospechada”.
La experta sostiene que la Generación Z, en particular, está empezando a “rebelarse contra los viajes preestablecidos” y a frecuentar lugares que les permitan detenerse y reflexionar verdaderamente. Y no son solo los cementerios los que ofrecen esto.
“En la medida en que nos sintamos cómodos con la necesidad de asumir la responsabilidad de contrarrestar el exceso de turismo, los viajeros buscarán activamente paradas más reducidas y menos conocidas, como capillas, antiguos cementerios y ruinas históricas, así como enclaves de folclore, mitos y leyendas”, afirma Warrilow.
