Tras una semana en la que un amigo antipodiano me contó sobre las tres cosas más mortales de Australia—medusas de caja, tiburones toro y el Beef Wellington—, los aficionados del Real Mallorca recibieron la gran noticia de que su estrella, el delantero kosovar de 31 años Vedat Muriqi “El Pirata”, renovó su contrato hasta 2029, extendiéndolo dos temporadas más desde el 2027. Desde su llegada a la isla en 2022, ha anotado 35 goles y 11 asistencias en 118 partidos oficiales. Con su entrega y tantos goles, no solo contribuyó enormemente a una salvación agonizante, sino que rápidamente se ganó el cariño de toda la afición mallorquinista. Muriqi expresó su satisfacción con la renovación, diciendo el miércoles que se siente orgulloso y honrado, y que es su sueño seguir viviendo y jugando aquí, lo que significa muchísimo para él. Comentó: “Vine aqui fue la mejor decisión de mi vida y Mallorca es el mejor sueño que he tenido”.
Desde mi punto de vista, Muriqi lo da todo en el campo, tanto en defensa como en ataque, y es sin duda el mejor cabeceador de la liga española. Su único inconveniente es su condición física en las últimas dos temporadas, donde ha perdido gran parte de ellas por lesiones. Además, tiene un compromiso inquebrantable con la selección de Kosovo, lo que aumenta el riesgo de que regrese lesionado de concentraciones con su país.
Se esperaba que nuestra nueva estrella, Pablo Torre, llegara a la isla el miércoles por la noche (9 de julio) para entrenar con sus nuevos compañeros en Son Bibiloni el jueves por la mañana. El cántabro de 22 años ya estuvo en el radar del Mallorca la temporada pasada, pero prefirió quedarse y luchar por un puesto en el Barcelona. A pesar de su innegable talento, no logró afianzarse con Hansi Flick, quien apenas le dio minutos. Sus actuaciones cuando jugó fueron aceptables, pero la feroz competencia en el mediocampo lo marginó. Ante esto, el Mallorca actuó rápido y lo fichó por 5 millones, aunque el Barça se aseguró el 50% de una futura venta y la opción de tanteo.
Martin Valjent pasó su reconocimiento médico pretemporada.
Los mallorquinistas pueden soñar con el mediocampo formado por Torre y Sergi Darder, ya que ahora tenemos dos cracks en la creación. Manu Morlanes completaría el tridente, aunque también podría contar con Samu Costa si sigue en su rol defensivo. Torre es mediocentro de origen, aunque también puede jugar por banda, mientras que Darder brilla con libertad en el centro.
Más buenas noticias: según un diario deportivo, el Mallorca está cerca de renovar al portero ibicenco Leo Román hasta 2030 con un aumento salarial importante. Tras un estancamiento en las negociaciones en invierno, el club presentó una nueva oferta hace unos días y Román parece haberla aceptado. Sus exhibiciones ante el Madrid y el Barça la pasada temporada lo catapultaron a la fama, subiendo su cláusula a 12 millones. Si renueva, Dominik Greif—también en negociaciones—quedaría en una posición complicada, ya que renovar a ambos sería imposible.
Las ventas de la nueva equipación del Mallorca aumentaron un 60% en la primera semana respecto al año pasado. Sorprendentemente, la segunda camiseta (blanca este año) registró un incremento del 255% frente al modelo amarillo del año pasado, que no gustó. La principal, roja, tiene un diseño retro inspirado en la del 2001, cuando vencimos 1-0 al Arsenal en Son Moix el 11-S. Además, se han vendido 4.120 abonos en 48 horas, el doble que en el mismo periodo la temporada pasada.
PD: Recordad el primer gran partido en casa—Mallorca vs Barça, el sábado 16 de agosto a las 19:30.
Y POR ÚLTIMO, gracias al socio Steve Baggaley por esta anécdota: Un granjero de ovejas necesitaba ayuda para castrar a algunos machos inferiores y evitar que se reprodujeran. Contrató a un francés que, aunque no hablaba inglés, trabajaba muy bien. El primer día castraron 14 ovejas, y cuando el francés iba a tirar los “trofeos”, el granjero le dijo: “¡No los tires! Mi esposa los fríe y nos los comemos. Son deliciosos; los llamamos ‘fritos de oveja'”. Esa noche, efectivamente, cenaron los “fritos”. Al día siguiente, castraron 16 ovejas y repitieron menú. Pero el tercer día, cuando el granjero preguntó por el francés, su esposa respondió: “¡Fue lo más raro! Le dije que, como hoy habíamos pocos ‘fritos de oveja’, íbamos a comer también patatas fritas. Entonces gritó y salió corriendo como alma que lleva el diablo”.
