Por Brandon Cheevers
EL gobierno valenciano ha anunciado la creación de dos enormes parques en las afueras de la capital para mitigar los futuros efectos de lluvias extremas en la ciudad y sus alrededores.
Es una respuesta a las devastadoras inundaciones del año pasado, que arrasaron comunidades y se cobraron más de 200 vidas.
Los parques, ubicados en las riberas del río Turia y el barranco del Poyo, actuarán como defensas naturales en caso de que se repitan las inundaciones extremas que destruyeron propiedades y mataron a 227 personas al sur del área metropolitana en octubre de 2024.
Esto sigue a evidencias que demostraron que el Parque Natural de L’Albufera, una gran área ecológica al sur, ayudó a evitar la expansión de las inundaciones y la pérdida de más vidas al actuar como una esponja natural que absorbio parte del enorme volumen de agua generado por las lluvias.
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Los parques también servirán como áreas recreativas en épocas secas y crearán corredores verdes conectados a L’Albufera, utilizando 3900 hectáreas de terreno rústico.
Forma parte de una estrategia de regeneración que ya ha visto grandes inversiones en la reconstrucción de comunidades, infraestructuras y terrenos dañados, así como en la eliminación de miles de toneladas de residuos dejados tras las inundaciones.
La respuesta del ayuntamiento fue calificada de "sin precedentes" por el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, quien afirma que se han movilizado más de 600 millones de euros en el proyecto, incluyendo una inversión diaria de 2.8 millones.
La nueva zona de contención en el Turia abarcará 10.5 km, mientras que la del barranco del Poyo se extenderá 5.5 km y 18.5 km en dos tramos, con el objetivo de unir áreas forestales y costeras a través del parque natural.
Muchas de las zonas más afectadas se encuentran junto al barranco del Poyo, un cauce de 479 km que recoge aguas de las montañas del oeste, atraviesa varios municipios y desemboca en L’Albufera.
Normalmente, apenas lleva un hilo de agua.
Pero las lluvias torrenciales de octubre pasado generaron algo similar a un tsunami, causando que el Poyo se desbordase con fuerza brutal, imágenes que dieron la vuelta al mundo.
Según expertos, una de las causas es la presencia de edificaciones en el cauce del Poyo, que se inunda cada cinco años.
La estrategia busca equilibrar la sobreexplotación urbanística y la naturaleza, protegiendo a la población de futuros desastres climáticos.
Los detalles fueron anunciados por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, criticado por su gestión durante la DANA, con protestas en Valencia contra su liderazgo.
El gobierno valenciano está formado por una coalición de PP y Vox, que reemplazó al anterior ejecutivo del PSOE.
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