Por Sammy Awami
BBC África, Antananarivo
y
Danai Nesta Kupemba
BBC Noticias
Una unidad militar de élite afirma que ha tomado el poder en Madagascar del presidente Andry Rajoelina, después de semanas de protestas lideradas por jóvenes en esta isla del Océano Índico.
De pie frente al Palacio Presidencial, el jefe de la CAPSAT, el coronel Michael Randrianirina, declaró que los militares formarían un gobierno y convocarían elecciones en un plazo de dos años. También suspendió instituciones democráticas clave, como la comisión electoral.
Añadió que los protestantes de la Generación Z serán parte de los cambios porque "el movimiento se creó en las calles, así que tenemos que respetar sus exigencias".
Tropas y manifestantes han estado celebrando la aparente salida del presidente Rajoelina, con miles de personas vitoreando y agitando banderas en la capital, Antananarivo.
El tribunal constitucional de Madagascar ha nombrado al coronel Randrianirina como el nuevo líder del país, aunque un comunicado de la oficina del presidente dijo que él todavía estaba a cargo y denunció lo que describió como un "intento de golpe de estado".
Se desconoce el paradero de Rajoelina, pero ha dicho que se encuentra refugiado en un "lugar seguro" tras un presunto atentado contra su vida por parte de "personal militar y políticos", lo cual la CAPSAT ha negado tener alguna participación. Ha habido informes no confirmados de que el presidente salió del país en un avión militar francés.
El coronel Randrianirina dijo a la BBC que Madagascar era "un país donde reina el caos en este momento".
"Caos porque no hay presidente; se ha ido al extranjero".
La inestabilidad comenzó hace poco más de dos semanas, después de que un movimiento liderado por jóvenes iniciara protestas contra los crónicos cortes de agua y luz en todo el país.
Las manifestaciones pronto escalaron, reflejando un descontento más amplio con el gobierno de Rajoelina por el alto desempleo, la corrupción rampante y la crisis del costo de vida.
Los manifestantes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, resultando en la muerte de al menos 22 personas y más de 100 heridos, según la ONU, aunque el gobierno malgache ha descartado esas cifras y las describió como basadas en "rumores y desinformación".
La CAPSAT, que apoyó a Rajoelina cuando llegó al poder en 2009, se unió a los protestantes el sábado.
El presidente Rajoelina, un empresario y ex DJ, fue visto en su momento como un nuevo comienzo para Madagascar.
Este líder de rostro joven se convirtió en presidente con solo 34 años, ganando el título del líder más joven de África, y gobernó durante cuatro años, antes de volver al poder después de las elecciones de 2018.
Pero cayó en desgracia tras acusaciones de amiguismo y corrupción, que él negó.
A pesar de que el poder parece haber cambiado de manos, él ha continuado intentando influir en los eventos.
Rajoelina intentó disolver la asamblea nacional antes de que la oposición pudiera votar para destituirlo por abandono de su puesto, pero no funcionó.
Los legisladores votaron para impugnar a Rajoelina con 130 votos a favor y un voto en blanco. Incluso miembros de su propio partido, el IRMAR, votaron abrumadoramente para impugnarlo.
Rajoelina rechazó el voto, calificándolo de "nulo y sin efecto".
La Unión Africana (UA) ha advertido contra la "injerencia" de los soldados en los asuntos políticos de Madagascar y rechazó "cualquier intento de cambio de gobierno inconstitucional".
El presidente francés, Emmanuel Macron, calificó la situación de "muy preocupante".
La isla ha pasado por una serie de convulsiones políticas en los últimos años.
Madagascar es uno de los países más pobres del mundo, con el 75% de sus 30 millones de habitantes viviendo por debajo del umbral de la pobreza, según el Banco Mundial.
