La Policia Nacional se vio obligada a clausurar la calle frente a la Jefatura Superior tras alertar un perro especialmente adiestrado sobre un vehículo sospechoso estacionado frente a las oficinas de Simó Ballester. Finalmente, resultó ser una falsa alarma. El automóvil contenía sustancias químicas.
Se cortó el tránsito tanto para vehículos como para peatones, y se procedió a desalojar a algunos residentes de sus viviendas. El incidente movilizó a una cincuentena de efectivos, incluyendo a la unidad de desactivación de explosivos (Tedax).
Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 10:30 horas del viernes. Durante una inspección rutinaria con canes, uno de los animales alertó sobre un coche aparcado en las inmediaciones de la Jefatura. Siguiendo el protocolo establecido, se acordonó la vía mientra se realizaban las pertinentes comprobaciones. En cuestión de minutos, cientos de vecinos y curiosos se agolparon en la zona.
Poco después de las 11:30, efectivos de la Unidad de Subsuelo y del Tedax confirmaron que el perro había detectado sustancias químicas en el interior del vehículo, y no explosivos. Acto seguido, se permitió el regreso de los residentes a sus hogares y se reabrió la calle al tráfico y al paso de peatones.