Una voz por los océanos y el mar Balear

En un mundo marcado por conflictos, crisis y emergencias, colocar la conservación marina en la agenda política global no es tarea facil. Pero este junio, Niza lo ha logrado. La tercera Conferencia de los Océanos de la ONU (UNOC3), celebrada en la capital de la Costa Azul, ha puesto el mar en el centro del debate internacional. Que este encuentro tuviera lugar en el Mediterráneo, a menos de 500 km de Baleares, supone una oportunidad única para una región que no siempre ha recibido la atención merecida, pese a ser clave para el futuro de la conservación marina. Las islas tienen mucho que aportar, pero también mucho que aprender.

Hoy quiero hablar de algunos hitos y avances que nos deja Niza. El tratado BBNJ (Biodiversidad más allá de las Jurisdicciones Nacionales) para proteger alta mar ha avanzado significativamente. Con casi 60 países a punto de ratificarlo —incluida España, la primera en Europa en hacerlo—, se espera que entre en vigor en 2026. Un paso gigante para proteger zonas no sometidas a jurisdicción estatal pero claves para el equilibrio ecológico del planeta.

Países como Portugal y Francia han asumido compromisos firmes en la declaración sobre áreas marinas estrictamenteprotegidas —zonas cerradas a la pesca— y la creación de santuarios y refugios vitales que son la despensa del mar y garantizan el futuro del sector pesquero.

Niza también nos recordó que la contaminación acústica y por plásticos merecen más atención y, sobre todo, más acción. La Declaración Wake-Up Call sobre Plásticos exige mayor ambición para erradicarlos del mar, mientras más de 35 países, incluida España, se han unido a la Coalición de Alta Ambición por un Mar Silencioso. El ruido submarino afecta gravemente a delfines, cachalotes y otras especies, pero también nos perjudica como sociedad. Y con el verano, este ruido se extiende por el litoral balear, no solo bajo el agua, sino tambien en playas y calas.

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A nivel nacional, hay novedades. El gobierno español se ha comprometido a finalizar 40 de los 80 planes de gestión pendientes para áreas marinas protegidas (AMP) en los próximos 12 meses. Algunos afectan a aguas baleares. España ya tiene bajo protección legal el 30% del Mediterráneo, pero menos del 5% cuenta con plan de gestión.

España también ha avanzado su compromiso con la meta 10×30 —crear una red de santuarios que cubra al menos el 10% del mar—, aunque sin explicar cómo. En Marilles hemos trabajado con expertos para identificar zonas del mar Balear con valor ecológico que merecen ser protegidas como santuarios. Es una hoja de ruta para progresar en la protección efectiva de nuestro medio marino.

Marilles estuvo en Niza, tanto en el público como en el escenario. Y también en incontables conversaciones en pasillos y cafés. Tuvimos ocasión de reunirnos con la vicepresidenta Sara Aagesen, junto a otros representantes de la sociedad civil, para exigir mayor compromiso con la conservación marina. Presentamos el Balearic Blue Deal en el Día del Mediterráneo. Explicamos por todas partes el éxito de la flota pesquera balear en lograr capturas y beneficios excepcionales gracias a una gestión eficiente, reducción de capacidad y esfuerzo, junto a una red de AMPs que, aunque mejorable, ya da resultados.

Junto a Med Sea Alliance y Together for the Med —principales alianzas por la conservación marina mediterránea— presentamos el estudio que identifica áreas de máximo valor ecológico en el mar Balear. Este trabajo está inspirado en Kike Ballesteros, figura clave en conservación marina recientemente fallecido, pero que sigue guiándonos con su legado.

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Niza ha sido espejo y altavoz. Un espejo que muestra lo que podemos mejorar, y un altavoz que recuerda: el mar necesita más protección, menos ruido y acción política más valiente.