Cuando los españoles colonizaron Perú en el siglo XVI, destruyeron los templos y palacios incas, dejando solo los cimientos de piedra original. Sobre ellos construyeron paredes de estuco blanco al estilo europeo, detalles barrocos en piedra y balcones de madera tallados. Esta mezcla de arquitectura inca y colonial, especialmente en Cusco, ayudó a que la ciudad fuera declarada Capital Histórica y Capital Turística de Perú.
El 21 de mayo de 1950, un terremoto sacudió Cusco, dañando la mitad de los edificios. Los más afectados fueron casas de adobe e iglesias coloniales, como la Iglesia de Santo Domingo, construida sobre el Coricancha (“Templo del Sol”, dedicado al dios inca del sol). El cronista español Pedro Cieza de León se maravilló de la “excelente mampostería” del templo, diciendo que “las piedras están tan bien trabajadas que no se ven juntas ni cemento”. Se refería a la técnica inca de ensamblar piedras cortadas a mano, que encajan perfectamente. Por eso, estas estructuras sobrevivieron al terremoto mientras otras más nuevas se derrumbaron.
La historia de Cusco es aún más antigua, y siguen encontrándose tesoros. En 2008, arqueólogos descubrieron ruinas de un templo antiguo, caminos y sistemas de riego de la cultura Killke, anteriores a los incas, del siglo XII. También se han encontrado cerámicas Killke en la ciudad. Aunque muchos ven a Cusco solo como paso hacia las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, su propia historia es fascinante. En 1983, la UNESCO declaró a Cusco Patrimonio de la Humanidad.
Pero este reconocimiento no siempre beneficia a los residentes. Un proyecto para construir una piscina cerca del Acueducto Colonial de Sapantiana siguió normas para preservar la zona. Sin embargo, al final encontraron artefactos Killke en el barrio San Blas, lo que paralizó el proyecto.
Hoy, los turistas ven niños corriendo en el rectángulo de cemento vacío donde iba a estar la piscina, o por la pendiente pensada para un tobogán. Pero no nadarán, por que la piscina nunca se terminó.
Cusco, la ciudad más antigua de Sudamérica aún habitada, equilibra el respeto al pasado con la adaptación al presente. Los incas hicieron lo mismo con la cultura Killke, y los peruanos hoy reciben a millones de turistas. Cusco no debe temer perder su título de Patrimonio. Los peruanos merecen crédito por preservar su historia. Y también merecen una piscina que funcione.
El artículo Una piscina vacía en Perú muestra los problemas de preservar la historia apareció primero en Reason.com.
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