El prometido de Mikaela Shiffrin, el esquiador noruego Aleksander Kilde, dio una gran noticia sobre sus últimos entrenamientos. Esto pasa mientras se prepara para su regreso, después de que una lesión y una operación lo dejaran fuera de la competición toda la temporada pasada.
Con su vuelta acercándose, Kilde se ha estado preparando en El Colorado, Chile. El ganador de dos medallas olímpicas comparte frecuentemente novedades de sus entrenamientos para sus fans.
El esquiador también subió algunas fotos de sus sesiones en Chile a su cuenta de Instagram. En la publicación, se ve a Kilde con otros esquiadores deslizándose suavemente por la nieve. El texto de la foto decía:
"Chile, se acabó. 4 semanas esquiando, llenas de altos, bajos y de todo un poco. Muy agradecido de volver a esquiar con el equipo @alpineteamnorway."
Cabe destacar que la pareja de Aleksander Kilde, Mikaela Shiffrin, también está entrenando intensamente en las pistas con el equipo de esquí de Estados Unidos. La esquiadora estadounidense quiere tener una buena campaña en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026, después de lo que pasó en Pekín 2022.
El prometido de Mikaela Shiffrin, Aleksander Kilde, habló sobre las supersticiones en el esquí alpino
Recientemente, Aleksander Kilde dio su opinión sobre la existencia de supersticiones y rutinas en el esquí alpino. En un podcast, Kilde dijo que estas creencias son muy difíciles de mantener en este deporte, por todos los factores que influyen. Él comentó:
"Es difícil vivir así en el esquí alpino porque hay muchos factores que tienen que funcionar juntos. Si tienes una rutina donde tienes que usar los mismos calcetines o la misma ropa interior, entonces habría muchas cosas a tener en cuenta."
Hablando de sus propias creencias, Kilde dijo que aunque él tiene rutinas específicas, no están basadas en supersticiones. Añadió:
"Claro, hago cosas al principio que me ayudan a concentrarme, pero no son cosas supersticiosas, no es el caso."
En la conversación, Kilde también habló de su mentalidad cuando está solo sin competiciones, diciendo que es la fase más difícil porque no le motiva a esforzarse más.