Aproximadamente 1 de cada 7 niños entre 3 y 17 años tiene un trastorno de salud conductual diagnosticado, según datos del CDC. Los problemas de ansiedad, trastornos del comportamiento y depresión son las afecciones de salud mental más comunes en menores.
Estas condiciones tienen un impacto significativo en individuos y familias, además de un notable costo económico. Un estudio de Milliman, encargado por The Path Forward for Mental Health and Substance Use, analizó datos de seguros médicos de 21 millones de personas. Los investigadores hallaron que el 27% tenía una condición de salud conductual, pero este grupo representó casi el 57% de los gastos anuales en atención médica.
Estos costos no solo provienen de tratamientos específicos como terapia o medicación psiquiátrica, sino también del hecho que tratar enfermedades físicas cuesta 3-6 veces más cuando hay un trastorno conductual, debido a sus efectos negativos en la salud corporal.
Todo esto resalta la creciente necesidad de servicios de salud mental. Lo que muchos consideraron una demanda temporal por la pandemia no se está resolviendo; al contrario, sigue aumentando. Como psicólogo licenciado, puedo afirmar la urgencia de hacer estos servicios más accesibles.
Desafíos en el acceso a la salud mental
El estigma social sigue siendo una barrera importante. Además, existe una escasez de profesionales, lo que genera largas esperas. En zonas rurales, el problema es peor, obligando a viajes extensos para atención presencial. Esto desanima a otros de buscar ayuda.
Acceder a cuidados no solo implica encontrar un proveedor, sino navegar todo el proceso: identificar opciones, evaluar qué funciona y mantenerse en tratamiento. Los seguros médicos deben facilitar este recorrido.
El papel de las aseguradoras
Las aseguradoras deben ofrecer herramientas claras y fáciles de usar. Muchos pacientes no saben por dónde empezar, especialmente en momentos de crisis. Las compañías pueden unir redes de proveedores, programas y herramientas digitales para guiar a los usuarios según sus necesidades.
Tecnología e innovación
Las nuevas tecnologías brindan oportunidades, desde atención virtual hasta monitoreo con wearables. Sin embargo, no todas las soluciones sirven para todos: un chatbot puede ayudar con estrés leve, pero casos graves requieren intervención personalizada. La clave está en reducir barreras y ofrecer el soporte adecuado en el momento correcto.
Foto: olaser, Getty Images
Sobre el autor
Brett Hart, vicepresidente de salud conductual en Blue Cross Minnesota, lidera estrategias para mejorar el acceso a servicios de calidad. Con 25 años de experiencia, incluyendo roles en Centene y Optum, es psicólogo clínico licenciado.
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