En España se conoce como violencia de género. Este año, 44 mujeres han perdido la vida en el país. Seis de ellas fallecieron en una ola trágicamente creciente conforme se acerca el final de 2025.
Jennifer es la última víctima.
Esta mujer colombiana de 30 años se había establecido en el pueblo de El Viso del Alcor, a medio camino entre Sevilla y Carmona.
El pasado sábado 6 de diciembre, su pareja, Ismael, la apuñaló hasta morir y prendió fuego a la vivienda. Deja una hija de 11 años. La menor no se encontraba presente durante los hechos.
La casa en El Viso del Alcor donde murió Jennifer.
En la misma semana, en Torrijos (localidad cercana a Toledo), una mujer de 39 años fue asesinada por su ‘ex’.
Rosemery había solicitado ayuda en octubre, contactando específicamente con el Centro de la Mujer de Torrijos, pero no llegó a denunciar a su expareja ante la policía. Sus tres hijos, todos menores de edad, se han quedado sin madre.
El día anterior a la muerte de Rosemery, se registró otra víctima fatal, esta vez en Alicante.
Vecinos dieron la alerta a las cinco de la tarde del 2 de diciembre al escuchar gritos procedentes de la vivienda de Oriana, en la calle Cánovas del Castillo. Su cuñado acudió al lugar.
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Sabiendo que Oriana (34) había iniciado recientemente un proceso de divorcio, y al no obtener respuesta a sus llamados, forzó la puerta de entrada. Encontró dos cuerpos: su marido la había asesinado y luego se había ahorcado.
María Ángeles tenía dos hijos adolescentes. Ella contaba con 45 años. El último día de noviembre, su pareja le cortó la garganta y posteriormente se arrojó desde la azotea.
Aunque estaba incluida en el registro ‘VioGen’ (el sistema español de seguimiento de violencia contra la mujer), no se la consideraba de alto riesgo. Nunca había presentado denuncias específicas contra su pareja ante la policía.
De vuelta en Andalucía, en Campillos, Concha fue estrangulada por su pareja el 26 de noviembre. Ambos tenían veintitantos años. Lo que hace este crimen especialmente repugnante es que Concha había abandonado el domicilio conyugal varios meses atrás.
Residía con su padre en el momento del ataque. El asesino parece haber esperado a que el padre saliera para consumar su venganza dentro de la casa paterna.
Como es sabido, la edad no es un factor definitorio en la violencia de género. María Victoria tenía 60 años cuando, hace dos semanas, sus vecinos llamaron al 112.
Habían escuchado golpes y gritos procedentes de su casa en la calle Trébol, en Rincón de la Victoria, a las afueras de Málaga. Cuando llegaron los servicios de emergencia, María ya había fallecido.
Antes de esta espantosa ola de violencia de dos semanas, España no marchaba tan mal. Solo 42 mujeres habían sido asesinadas este año (perdónese la ironía del ‘solo’), en comparación con 47 en el mismo periodo de 2024.
La policía considera ahora que la cifra de 2025 podría terminar siendo la peor de la década hasta el momento.
La casa en El Viso del Alcor donde murió Jennifer.
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