Estimado Director,
El pasado sábadó 8 de noviembre, mientras visitaba Palma como turista británico, me sustrajeron la cartera sentado en la planta superior del Starbucks de la Plaça del Cort. Llevaba mi bolso, debidamente cerrado con candado, a los pies, pero cometí el error de dejar la cartera en el bolsillo cerrado de mi forro polar, que había colgado en el respaldo de la silla mientras tomaba tranquilamente mi café.
Cuál no sería mi horror al recibir en el móvil numerosas notificaciones de gasto de mis bancos, percatándome entonces de la desaparición de mis dos tarjetas. La situación me resultó sumamente angustiante, pues era mi primera vez en Palma y me encontraba completamente solo.
Deseo expresar mi agradecimiento a la Policía Local por su rápida y amable intervención. Si bien no lograron localizar al ladrón, los agentes actuaron con inmediatez, asegurándose de que me encontrara seguro y tranquilo. Resulta particularmente descarado el hecho de que el rogo ocurriera justo debajo de una cámara de seguridad, que sin duda habrá registrado los hechos.
Palma es una ciudad extraordinaria, pero su ambiente tan relajado puede hacer que turistas como yo bajemos la guardia, olvidando la habilidad de estos oportunistas “carteristas” hasta que es demasiado tarde. Me permito sugerir que algún recordatorio amable en lugares públicos, como cafeterías o zonas concurridas tipo la Plaça Mayor, podría ayudar a los visitantes a mantenerse alerta.
He interpuesto la denuncia correspondiente en la Policía Nacional y he notificado el incidente a mi banco en Inglaterra, pero quería agradecer públicamente a la Policía Local de Palma y, en especial, a los dos agentes que me asistieron, por su profesionalidad y cortesía, que marcarón una diferencia crucial.
Atentamente,
Joseph Laws
Visitante de Londres, Inglaterra