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Una llamada entrante de un número no reconocido puede ser una señal de estafa telefónica, spam o intento de phishing.
Crédito: JOURNEY STUDIO7, Shutterstock
Contestar una llamada con un casual ‘sí’ puede parecer inofensivo, pero en estos días podría brindar a los astutos estafadores todo lo que necesitan para vaciar tus ahorros.
Con tan solo esa sílaba grabada, los estafadores pueden autorizar transacciones, abrir cuentas a tu nombre o incluso suplantarte frente a bancos y proveedores de servicios. Aquí te explicamos por qué esta estafa telefónica de una sola palabra ha despegado y cómo puedes detenerla en seco.
Cómo decir “Sí” en una llamada abre la puerta al fraude de grabación de voz
Imagina que suena tu teléfono. Contestas, y al otro lado…silencio. O quizás alguien haciéndose pasar por tu banco pregunta, “¿Puedes confirmar que eres el Sr. Smith? Solo di ‘sí’.” En el momento que accedes, presionan grabar. Ese simple “sí” se convierte en su pase dorado.
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Primer contacto: Recibes una llamada de un número desconocido. Podría ser alguien que afirma ser de tu banco, tu proveedor de servicios públicos o una empresa de mensajería. O podría ser un silencio total.
Captura de voz: Cuando respondes con “sí,” “si” o cualquier ruido afirmativo, lo graban.
Explotación: Armados con tu muestra de voz, los estafadores convencen a bancos y otras empresas de que han recibido tu autorización para transferir dinero, establecer domiciliaciones bancarias o incluso solicitar tarjetas de crédito en tu nombre.
Tu saldo desaparece: Para cuando revises tu cuenta, podrías encontrarte sin fondos y con nuevas deudas a tu nombre, todo autorizado por tu propia voz.
Con la tecnología de reconocimiento de voz ahora común, especialmente para tareas de bajo riesgo, los bancos a menudo aceptan un “sí” grabado como autorización válida. Los estafadores explotan este punto ciego, pasando por alto las medidas de seguridad diseñadas para protegerte.
Cómo proteger tu dinero de las estafas telefónicas de una sola palabra
Bloquear malware o evitar enlaces de phishing no te ayudará aquí. Esta estafa se basa en el engaño en tiempo real, por lo que necesitas cambiar la forma en que manejas las llamadas telefónicas.
Evita respuestas de una sola palabra: No contestes solo con “sí,” “si” o “oui.” Comienza en cambio con, “Lo siento, ¿quién llama?” o “¿Me puedes dar tu nombre y empresa?”
Utiliza el buzón de voz como filtro: Si no reconoces el número, déjalo ir al buzón de voz. Las organizaciones genuinas dejarán un mensaje claro.
Verifica llamadas sospechosas: Si alguien afirma ser de tu banco o cualquier proveedor, cuelga. Luego llama al número oficial en tu extracto o su sitio web, nunca marques los números dados por el interlocutor.
Establece una frase de paso para llamadas: Pregunta a tu banco si puedes agregar una palabra o frase secreta para transacciones telefónicas. De esta manera, no pueden proceder solo con tu “sí.”
Instala herramientas de filtrado de llamadas: Muchas aplicaciones identificarán números probablemente spam o estafadores. Si bien no son infalibles, reducirán las llamadas molestas y disminuirán tu riesgo.
Reporta llamadas dudosas: Informa a tu banco sobre cualquier intento sospechoso de captura de voz. Cuanto más aprendan, mejor podrán protegerte a ti y a otros clientes.
Al tratar cada llamada inesperada con un poco de escepticismo y nunca revelar esa palabra mágica, pondrás a los estafadores en su lugar.
Por qué decir “Sí” en una llamada pone en riesgo tu dinero
Puede parecer extraño que una palabra tan pequeña pueda tener tanto poder. Sin embargo, en la era de la autenticación de voz, ese inofensivo “sí” puede validar transacciones de alto valor. Los estafadores no necesitan tu contraseña o tarjeta bancaria; tu voz es todo lo que necesitan para inclinar la balanza a su favor.
Vale la pena recordar que a los estafadores les encanta el enfoque de baja tecnología. No hay enlaces de phishing para hacer clic, no hay virus para descargar. Solo tú, tu teléfono y un rápido “sí.” Por eso, tomarse un momento para dudar y cuestionar a cada interlocutor es la mejor defensa.
La próxima vez que suene tu teléfono y no reconozcas al instante el número, haz una pausa. No caigas en la trampa de responder con tu respuesta predeterminada. Tómate un respiro, pregunta “¿Quién es?” o simplemente cuelga y revisa tu buzón de voz más tarde. Un momento de duda podría salvarte de un mundo de dolor financiero.
Mantente alerta, mantén el escepticismo y guarda esa respuesta de una sola palabra bajo llave.
Tags: estafas telefónicas, estafadores
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