Un tiroteo ocurrió el viernes 15 de agosto frente a una mezquita en Örebro, Suecia, dejando un muerto y un herido. El suceso se produjo en la temprana tarde tras las oraciones del viernes. Un hombre de 25 años falleció por los disparos, mientras qe otro en sus veinte resultó herido.
Ambas víctimas eran conocidas por las autoridades, pero sus identidades no se han revelado públicamente.
La policía sospecha que el tiroteo está vinculado a la violencia entre pandillas en la región. El jefe de policía de Örebro, Roberto Eid Forest, confirmó que al menos un sospechoso fue visto huyendo. Se investiga el caso como homocidio, tentativa de asesinato y delitos graves con arma. Medios locales informaron de tensiones entre bandas rivales, lo que pudo haber influido en el incidente.
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La mezquita emitió un comunicado aclarando que no era el objetivo y pidió a sus miembros quedarse en casa por seguridad. Las autoridades acordonaron la zona y continúan las investigaciones. La Policía ha recomendado evitar el lugar mientras prosiguen las indagaciones.
Este tiroteo se suma a una serie de eventos violentos en Örebro, incluyendo una masacre a inicios de año con diez muertos. La ciudad registra un aumento de violencia pandillera, generando preocupación por la seguridad y la capacidad policial para controlarla. El gobierno sueco reconoce la gravedad; el primer ministro Ulf Kristersson admitió no tener control sobre la escalada. Suecia ha visto un alza en crímenes organizados, como atentados y sicariatos, lo que exige medidad más efectivas. Las autoridades analizan los vínculos entre grupos criminales en Örebro y su impacto comunitario, instando a la población a reportar información relevante.
Persisten las preocupaciones por el crimen organizado y la seguridad en Suecia, especialmente en zonas urbanas con alta actividad delictiva. Las fuerzas de seguridad trabajan en contener, investigar y prevenir nuevos actos violentos.