El 3 de junio de 1986, nació en el pequeño pueblo mallorquín de Manacor un niño llamado Rafael Nadal Parera. 39 años después, aún vive allí.
Posiblemente sea el mejor tenista que ha existido jamás.
Con 209 semanas como número uno del mundo, 22 títulos del Grand Slam (incluyendo 14 Roland Garros, algo que nadie más ha logrado), 36 Masters y dos medallas olímpicas, Rafa puede afirmar con justicia que es “especial”.
En un sentido muy importante, el trotamundos nunca ha abandonado Manacor.
Su primer gran título llegó en 2005, con solo 19 años. Para 2008 ya era el número uno del ranking mundial.
Ese año derrotó a Federer en Wimbledon, consiguiendo su primer campeonato sobre hierba. En 2010 logró el Grand Slam: ganó el Abierto de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el US Open en una misma temporada.
Fue además el primer hombre en ganar torneos mayores en tres superficies distintas en un solo año.
Entre 2005-2014 y luego entre 2017-2020, ganó al menos un major por temporada. A eso súmale su oro olímpico en Beijing 2008.
Lo que distingue a Rafa es su modestia y amor por su pueblo. En 2022, “Time” lo incluyó entre las 100 personas más influyentes, pero en la Copa Davis, cuando no juega, se le ve animando a sus compañeros desde la banda.
¿Cuántas estrellas harían eso?
Un periodista escribió: “Nunca alardea de sus logros, jamás desprecia a sus rivales y se queda tras los partidos a firmar autógrafos”.
Sobre Manacor, Rafa esquiva preguntas sobre su fortuna: “Mi hermano gestiona mi dinero”, dice.
Y ahí está la clave.
Podría vivir en Nueva York, París o Londres, pero elige quedarse en Manacor.
Su padre Sebastián es empresario local. Tiene un tío que jugó al fútbol para España y otro, Toni, que fue su entrenador en la infancia (ahora dirige la Academia Nadal).
Es común verlos en el restaurante familiar.
Por eso difiere de otros héroes españoles. Como sabrás, aquí la familia está por encima de todo.
Mientras Banderas o Cruz dominaron el inglés y se mudaron a Los Ángeles, Rafa permanece fiel a su clan en Manacor.
Ha intentado aprender inglés (imprescindible para entrevistas en televisión), pero su nivel es básico, con errores gramaticales.
Parece decir: “Lo hago por obligación, pero mi corazón es español”.
Quien dude de su compromiso con Manacor, que visite su academia.
En 2007 creó la Fundación Rafa Nadal para construir un centro tenístico. De niño, él compaginó deporte y estudios, y sintió que ambos se resentían.
La Academia busca equilibrar formación deportiva y académica para jóvenes talentos.
Ha invertido millones en el proyecto. Desde 2016, el complejo en Manacor combina deporte y educación con tanto éxito que ya tiene sedes en todo el mundo.
Aunque su carrera agoniza, con su impecable reputación y Carlos Alcaráz tomando el relevo, no tiene de qué arrepetirse.
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