El caniche Nilo se ha unido a cuatro labradores en un equipo de rescate canino en la playa de Las Lindes, cerca de Málaga, ayudando a los socorristas a llevar a la gente de vuelta a la orilla. Con su pelaje blanco y esponjoso, un chaleco salvavidas en el pecho y protector solar en su largo hocico, este caniche estándar de dos años presenta una figura inusual, ya que los equipos españoles de rescate en playas suelen emplear labradores y terranovas.
El adiestrador de Nilo, Miguel Sánchez-Merenciano, de 45 años, explicó a Reuters que él entra primero al agua para alcanzar al nadador en apuros antes de llamar a Nilo u otros perros para ayudarles a regresar a salvo.
Los caniches, una raza de origen alemán, históricamente se usaban para rescate acuático, aunque principalmente en labores de caza y recogida en lagos del norte de Europa, donde su pelaje lustroso los protegía del frío. De hecho, el nombre “caniche” proviene del verbo alemán “puddeln”, que significa chapotear, señaló Sánchez-Merenciano.
Además, los caniches destacan por su inteligencia superior y capacidad excepcional de aprendizaje, según el American Kennel Club (AKC). Nilo antes temía a los ruidos fuertes y las multitudes, por lo que su entrenamiento debió realizarse paso a paso, explicó su adiestrador.
“Pasó de nadar vertical y incorrectamente a hacerlo completamente horizontal, con movimientos perfectos, usando su cola como un timón para girar y desplazarse.”
