KIEV, Ucrania (AP) — Cientos de ucranios celebraron el día más largo del año el sábado con un festival de verano que honra algunas de sus tradiciones más antiguas, una muestra de resistencia cultural en un país amenazado por la guerra.
Con raíces en el pasado pagano eslavo de Ucrania, el evento, Ivana Kupala, incluye rituales y simbolismos para celebrar el solsticio de verano, relacionados con fertilidad, naturaleza, pureza y renacimiento—valores anteriores a la cristianización de la región a finales del primer milenio.
En el Museo Nacional de Arquitectura Popular y Vida Ucraniana, ubicado en las afueras de Kiev, los participantes, vestidos con camisas bordadas, paseaban entre cabañas de paja, iglesias de madera y molinos de los siglos XVIII y XIX. Mujeres y niñas llevaban vinoks—coronas de flores silvestres—mientras bailaban, jugaban y participaban en talleres artesanales.
Viktoria Phi, experta en arte folclórico del museo, enseñaba a los visitantes a tejer estas coronas. Dijo que Ivana Kupala, que también se celebra en otros países eslavos como Chequia, Bulgaria y Rusia, era un “pequeño oasis” en medio de la guerra, donde la gente puede “pasear y disfrutar de la naturaleza, arquitectura, canciones y bailes.”
“Es muy popular entre jóvenes, y me alegra ver familias con niños,” dijo.
Al caer el sol sobre campos de trigo y praderas de flores, cientos formaron un círculo alrededor de una pira de leña. Cuando encendieron la fogata, las llamas iluminaron el cielo al ritmo de música, mientras la gente bailaba tomada de la mano. En un ritual de purificación, algunos saltaban sobre las brasas.
Con la guerra de Rusia en Ucrania en su cuarto año y ataques aéreos cada vez más intensos, para muchos esta celebración tiene un significado más profundo.
Saba Alekseev, de 25 años, contó que el evento le dio la oportunidad de “respirar aire fresco sin pensar en la guerra, al menos por un rato, porque es imposible olvidarla bajo los bombardeos.”
Para Sofia Orel, de 18 años, fue un recordatorio de que “es crucial apoyar la cultura y tradiciones ucranianas, más aún desde que empezó la guerra, porque así preservamos lo nuestro.”
“Mientras tejía una corona pensé que algún día enseñaré a mi hija a hacerlo,” dijo. “Son nuestras tradiciones y hay que transmitirlas y honrarlas.”