El taxi aéreo eléctrico de Joby se unirá a los servicios de Uber en 2026.
Créditos: Facebook – Joby Aviation
Uber se prepara para trascender el asfalto y ascender a los cielos, pues se espera que los viajes en helicóptero estén disponibles en su aplicación a partir de 2026.
La compañía ha establecido una alianza con Joby Aviation, una empresa californiana especializada en taxis aéreos eléctricos, lo que podría marcar el inicio de una nueva era en el transporte urbano.
La alianza con Joby Aviation llevará los taxis aéreos a Europa
El proyecto aún se encuentra en sus etapas iniciales, pero la ambición es clara: democratizar los vuelos de corta distancia para los usuarios habituales de Uber, en lugar de que siga siendo un lujo reservado para unos pocos. Por ahora, el servicio dependerá de helicópteros tradicionales, pero el objetivo a largo plazo es introducir aeronaves eléctricos de despegue y aterrizaje vertical una vez que los reguladores den su aprovación.
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Joby Aviation no es novata en este concepto. Recientemente adquirió Blade, un servicio ya conocido por transportar pasajeros por encima del tráfico neoyorquino hacia aeropuertos como el JFK y Newark, así como a los Hamptons. En Europa, los helicópteros de Blade operan entre Niza, Mónaco, Cannes y Saint-Tropez, lo que brinda a Uber y Joby una posición establecida en el continente. Esto hace que una futura expansión a España u otros destinos populares sea una posibilidad muy fuerte, aunque aún no se ha confirmado nada.
De Nueva York a Dubái: las ambiciones globales de Uber en transporte aéreo
Se espera que Dubái sea una de las primeras ciudades en ver el lanzamiento del servicio en 2026. Joby también ha confirmado que, una vez obtenida la certificación, se enfocará en otros centros como Nueva York, Los Ángeles, el Reino Unido y Japón. Según el fundador de Joby, JoeBen Bevirt, el objetivo es que reservar un vuelo sea tan sencillo como reservar un coche. “Estamos abriendo la puerta a una nueva era de los viajes aéreos”, declaró en un comunicado reciente.
Para Europa, el prospecto genera tanto entusiasmo como interrogantes. ¿Podría esto ayudar a descongestionar el tráfico en las grandes ciudades o seguirá siendo una opción de nicho para quienes se dirigen a aeropuertos y centros turísticos? Y, sobre todo, ¿qué tan asequibles serán estos viajes a las alturas una vez que se incorporen a la aplicación de Uber?
La tecnología avanza rápidamente, pero queda por ver qué tan pronto estarán los reguladores, la infraestructura y los propios pasajeros listos para adoptarla. Lo que es seguro es que Uber apuesta fuerte por un futuro en el que, en vez de quedar atrapados en un embotellamiento, los urbanitas simplemente ascenderán por encima de él.
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