Tyrrell Hatton celebró su clasificación para el equipo europeo de la Ryder Cup el mes pasado con una noche de “juerga desmadre”, tras la cual amaneció cubierto de su propio vómito.
El inglés, de 33 abriles, disputará su cuarta Ryder Cup con Europa en el encuentro bienal contra Estados Unidos, que se celebrará del 26 al 28 de septiembre en Bethpage Black, Nueva York.
Y Hatton, uno de los personajes más carismáticos del golf, no descarta que se repitan escenas similares si Europa se alza con la victoria en territorio rival por primera vez desde el ‘Milagro de Medinah’ en 2012, donde el combinado visitante remontó un 10-6 para ganar por 14½ a 13½.
“Joder, fue intenso. Fue horrible. Pero debo admitir que, en aquel momento, fue divertido”, confesó Hatton, quien consumió copas junto a su compañero del LIV Golf y colega en el equipo europeo, Jon Rahm.
“Jon acababa de ganar el título individual (del LIV Golf), así que nos pegamos una buena celebración. Sí, fue una noche de descontrol. Cuando finalmente volví a la habitación, me desplomé en la cama boca abajo y me quedé en esa postura; luego desperté y había vomitado exactamente así.
“Me dormí en esa posición y, al despertarme, me había vomitado encima de los brazos, por ambos lados, y por toda la camisa. Me miré al espejo y tenía restos en la cara y en el pelo”.
Añadió: “Despertar sobrio fue horroroso, tener que lidiar con todo aquello. Al final, desmonté la cama, dejé algo de dinero y una nota que decía: ‘Lo siento mucho, me puse malo anoche en la cama; por favor, tírela a la basura'”.
Aunque Hatton recalcó que jamás querría volver a verse en semejante estado, admitió que si Europa levanta la copa este mes, lo más probable es que el alcohol vuelva a fluir con generosidad.