Turista brasileña muere al caer en volcán activo en Indonesia
Una turista brasileña que se cayó mientras caminaba cerca del crater de un volcán activo en Indonesia fue encontrada muerta, según su familia y los rescatistas.
Juliana Marins sobrevivió inicialmente a la caída de un acantilado durante una excursión grupal al amanecer en el Monte Rinjani. Los rescatistas informaron que escucharon sus gritos de auxilio el sábado.
Sin embargo, los esfuerzos para llegar hasta la joven de 26 años se vieron dificultados por el terreno accidentado y la niebla, según las autoridades indonesias.
Tras una compleja operación de rescate, los equipos lograron encontrar su cuerpo el martes, como informó su familia en un comunicado en redes sociales.
"Con gran tristesa, informamos que no sobrevivió", dijo la familia. "Agradecemos de corazón todas las oraciones y muestras de cariño que recibimos".
Marins había estado viajando por Tailandia y Vietnam antes de llegar a la isla de Lombok, en Indonesia.
El sábado, junto a cinco amigos y un guía, comenzó el ascenso al segundo volcán más alto del país. Aproximadamente a las 06:30 hora local, se cayó de "un acantilado junto al sendero cercano al crater", según informes.
Uno de los miembros del grupo dijo a la televisión brasileña que el terreno estaba resbaloso, la subida "muy dura" y la visibilidad mala.
Imágenes de drones y videos grabados por otros excursionistas muestran a Marins con vida el sábado, moviendose en un área de tierra gris, lejos del camino.
Pero los rescatistas no pudieron encontrarla al descender 300 metros. Tampoco respondió a sus llamados.
Para el domingo, el dron ya no la detectó en el mismo lugar. La densa niebla complicó las labores de rescate.
El lunes, la localizaron otra vez, pero tuvieron que suspender la operación por el mal clima.
Finalmente, el martes, tras bajar 600 metros por un barranco, hallaron su cuerpo, aunque el mal tiempo impidió recuperarlo de inmediato. La operación continuará el miércoles.
Un total de 50 personas participaron en el rescate, según el jefe de búsqueda, Mohammad Syaffi.
El volcán, de 3,726 metros, atrae a miles de turistas cada año, pero varios han muerto en los últimos años, incluyendo un malasio el mes pasado. La familia de Marins cuestionó por qué no cerraron el sendero tras su caída.
