Turismo Sostenible: Más Allá del Sol y la Playa

Cada vez es más frecuente escuchar a políticos, líderes empresariales e incluso a los propios turistas una frase hecha: “turismo sostenible”. Pero, ¿qué significa esto realmente para Mallorca y cómo podemos pasar de la mera retórica a la acción?

Durante décadas, Mallorca ha prosperado como destino de sol y playa. Ese modelo generó empleo, ingresos y reconocimiento internacional. Pero también trajo consigo otra cosa: masificación, tráfico infernal, degradación ambiental y un mercado inmobiliario inaccesible para muchos residentes.

Incluso nuestras playas —nuestra imagen de postal— están amenazadas; los científicos advierten que algunas podrían reducirse drásticamente en las próximas décadas debido al cambio climático y la erosión.

El Govern balear insinúa constantemente un cambio de rumbo: menos promoción del turismo de sol y playa y más foco en un turista de “mayor calidad”. Pero, ¿es eso suficiente? La sostenibilidad debe ir más allá del marketing. Se trata de encontrar un equilibrio real.

¿Podemos considerar sostenible un modelo donde la población local no puede vivir cerca de su lugar de trabajo? Donde los frágiles ecosistemas son pisoteados y los acuíferos se agotan? Donde la calidad de vida de los residentes se resiente cada mes de julio y agosto?

Quizás la verdadera sostenibilidad pase por replantear el turismo por completo: distribuir a los visitantes de manera más homogénea a lo largo del año, promocionar la Mallorca cultural y rural, impulsar las industrias de salud y bienestar, y establecer límites firmes en las zonas donde la isla ya no da más de sí, destinando además fondos reales a limpiar nuestro mar de microplásticos. Se trata de proteger a nuestra gente y nuestro medio ambiente, no solo nuestra reputación.

LEAR  La bienvenida del héroe espera al gimnasta Carlos Yulo.

El mundo ya sabe que tenemos sol y playas. El desafío ahora es demostrar que tenemos la visión —y el coraje— para construir un modelo turístico por el que las futuras generaciones de mallorquines nos esten agradecidos. ¿Está el Govern dispuesto, de una vez, a mojarse?