En esta edición de *Inside Spain*, analizamos cómo los turistas están combatiendo los elevados precios de los resturantes optando por comprar bocadillos para llevar, y por qué los últimos informes sobre alquileres y precios inmobiliarios en España indican que la única tendencia posible es la alza.
España ya no es ese destino vacacional económico por el que una vez fue famosa, ni resulta tan asequible como solía serlo para aquellos que residimos aquí.
Los residentes se ven obligados a apretarse el cinturón y, aunque los turistas internacionales generalmente cuentan con mayor poder adquisitivo, también ellos buscan formas de recortar gastos.
He aquí la nueva tendencia: el *turismo del bocadillo*.
Este término se ha acuñado para describir el creciente número de vacacionistas que optan por comprar sus comidas en supermercados y panaderías en lugar de sentarse en un restauraante.
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“Hay turistas que ahora piden un solo zumo de naranja y lo comparten entre los cinco”, comentó el gerente de un bar en la localidad montañosa mallorquina de Sóller a *El Diario*.
Algunos propietarios de restaurantes atribuyen la disminución de clientes al auge de los alquileres vacacionales, los cuales, aseguran, atraen a una clientela de menores ingresos que prefiere comprar comida en el supermercado.
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Otros atribuyen esta tendencia al incremento en el coste de los vuelos y las estancias hoteleras, lo que deja a los vacacionistas con menos dinero para derrochar en comer fuera.
Y no es solo en los destinos turísticos más glamurosos donde los visitantes se muestran reacios a dejarse una fortuna en unas pocas comidas.
En la ciudad occidental de Salamanca, dueños de bares y restaurantes también han declarado a la prensa local que las terrazas de la icónica Plaza Mayor están vacías, hasta el punto de que algunos han preferido cerar durante el verano.
“Puede que nos digan que los precios han subido en los bares, y es cierto, pero lo que hacemos es trasladar todos los costes adicionales que pagamos: las bebidas, la comida, las facturas de servicios”, declaró un restaurador a *La Gaceta de Salamanca*.
Un usuario de Reddit comentó el artículo afirmando: “Si tratan a los turistas como idiotas, vendiéndoles platos mediocres comprados precocinados y cobrándoles un ojo de la cara, pues que no se quejen. Al menos den al turista una experiencia española típica, con comida tradicional de calidad”.
El último estudio del instituto público de investigación CIS encontró que aproximadamente la mitad de los españoles solo está dispuesta a gastar entre 15 y 30 euros por persona al comer fuera.
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No es de extrañar que muchos locales prefieran optar por la opción del *menú del día*, pero incluso este está experimentando un aumento de precios en toda España.
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En general, el llamado *turismo del bocadillo* es simplemente una consecuencia del incremento del coste de vida en España, que sin duda ha vuelto las vacaciones en el país imposiblemente caras para muchos residentes.
Y eso en un país donde ya existía la expresión *hacer su agosto*, un modismo utilizado para referirse a un período durante el cual alguien gana mucho dinero sin mucho esfuerzo y/o sin escrúpulos.
En otras noticias, pero también relacionadas con el aumento del coste de vida, el precio de la vivienda en España subió casi un 12 por ciento en agosto de 2025 en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos publicados este jueves por la empresa de tasación española Tinsa.
Eso significa que si hace un año buscabas comprar una casa que costaba 200.000 euros, ahora cuesta 24.000 euros más de media.
Las islas españolas (Baleares y Canarias) continúan liderando el camino con un aumento de precios del 16,5 por ciento que ya ha superado los niveles de la burbuja inmobiliaria de la última década.
Pero no importa adonde mires, los precios suben: grandes ciudades y capitales de provincia (+12,9 por ciento), la costa mediterránea española (+11,3 por ciento), otras áreas urbanas (+10,3 por ciento) y municipios más pequeños (+8,1 por ciento).
¿Y los alquileres, preguntarás? También solo van en una dirección, y no es hacia bajo.
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En agosto de 2025, los alquileres fueron un 10,5 por ciento más altos que hace un año, señalan los últimos datos de Idealista, algo sorprendente dado que la tendencia en los últimos tiempos ha sido que las subidas de alquiler superasen a los precios de compra.
No obstante, alquilar una propiedad es más caro ahora que hace un año en 47 de las 50 capitales de provincia de España.
Para la gran mayoría de las personas en España, o más bien para aquellos que pueden permitírselo, comprar es actualmente el menor de dos “males”.
Sí, los precios se han disparado y ciertamente no se obtiene mucha relación calidad-precio en este momento en España, pero, ¿mejorará en un mes, en un año o alguna vez?
Quizá no sea sorpresa que las compras de propiedades aumentaran un 14 por ciento en julio en comparación con el mismo mes de 2024.
Los españoles están comprando viviendas como churros gracias a condiciones hipotecarias más flexibles y porque temen que, si esperan más, no puedan permitírselo.