La posibilidad de un túnel que conecte Europa y África se perfila más cercana después de que un estudio encargado por el gobierno español concluyera que un corredor subterráneo bajo el Estrecho de Gibraltar es “técnicamente viable”.
A principios de este año, la empresa alemana Herrenknecht AG, especialista en perforaciones subterráneas, recibió un contrato de 300.000 euros para determinar si el ambicioso plan de construir una conexión ferroviaria permanente entre España y Marruecos era realista o simplemente una quimera.
Tras más de nueve meses de deliberaciones, sostienen que la tecnología de ingeniería actual hace que sea posible, lo que supone un impulso significativo para un proyecto que se ha barajado durante décadas.
El estudio incluso abordó el Umbral de Camarinal, un paso de fondos marinos someros extremadamente complejo bajo el Estrecho de Gibraltar que supondrá un reto considerable para los ingenieros.
De seguir adelante, el corredor subterráneo podría situarse hasta 465 metros por debajo del lecho marino entre Tarifa, en España, y Tánger, en la costa norte de Marruecos, extendiéndose aproximadamente 65 kilómetros, de los cuales 40 km discurrirían por territorio español.
Según los informes, la decisión sobre la licitación para un túnel de prueba se tomará en 2027.
La línea conectaría la red de alta velocidad marroquí con la española mediante una nueva conexión a la línea Sevilla-Cádiz, facilitando el tráfico tanto de pasajeros como de mercancías, y posiblemente también de infraestructuras energéticas y de fibra óptica.
No obstante, el proyecto conllevará un coste descomunal, incluso si la Unión Europea aporta parte del financiamiento a través de su plan NextGeneration de 750.000 millones de euros.
Según los diseños actuales, se espera que solo el lado español acumule un gasto de aproximadamente 8.000 a 9.000 millones de euros, lo que significa que el coste total del proyecto probablemente superaría los 10.000 millones una vez incluídas las infraestructuras de ambos países.
No se ha fijado una fecha para el inicio de las obras, aunque los ingenieros ya han esbozado un calendario aproximado.
La primera fase consistirá en la construcción de un corredor exploratorio que ayudará a determinar si se puede construir con seguridad un túnel completo para pasajeros y mercancías.
La ruta propuesta bajo el Estrecho de Gibraltar.
Según los informes, España y Marruecos se han comprometido a tomar una decisión final en 2027 con respecto a la licitación del túnel de prueba, aunque los expertos advierten de que su construcción aún podría tardar hasta una década en completarse.
El túnel definitivo seguirá un diseño de doble tubo.
La idea de un enlace fijo bajo el segundo canal de navegación más transitado del mundo existe desde el siglo XIX, pero la planificación moderna comenzó en 1979, cuando España y Marruecos firmaron un acuerdo de cooperación para explorar un cruce permanente.
Ambas partes firmaron un plan de trabajo conjunto trianual en 2023, que tenía como objetivo actualizar los estudios de viabilidad anteriores, realizar una cartografía más detallada del lecho marino y monitorizar la actividad sísmica.
El Ministerio de Transportes de España ya ha encargado a la consultora pública Ineco que elabore un modelo de rentabilidad sostenible para el túnel.
El estudio está explorando concesiones similares a las del Eurotúnel, así como fuentes de ingresos adicionales, como tasas ferroviarias y la instalación de fibra óptica.
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