Los Estados miembros de la Organización Marítima Internacional (OMI) han votado a favor de posponer la aprobación de un plan para frenar las emisiones del transporte marítimo, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara con imponer sanciones a los países que apoyaran la medida.
La votación del viernes retrasó los planes para regular las contribuciones de la industria naviera al cambio climático en al menos doce meses, a pesar de que el Marco Net Zero (NZF) ya había sido aprobado por miembros de la OMI, un organismo de Naciones Unidas con sede en Londres. en abril.
Historias recomendadas
serie de 4 artículos
fin de la serie
La decisión de retrasar formalmente la adopción del marco hasta finales del próximo año se produjo un día después de que el presidente Trump utilizara su plataforma Truth Social para declarar: “Estoy indignado de que la Organización Marítima Internacional esté votando en Londres esta semana para aprobar un impuesto global al carbono”.
“Estados Unidos NO tolerará este nuevo impuesto fraudulento verde global sobre el transporte marítimo”, afirmó, instando a los países a votar en contra del plan.
Washington también amenazó con imponer sanciones, restricciones de visados y gravámenes portuarios a las naciones que respaldaran el acuerdo.
Previamente a la reunión de esta semana en Londres, se esperaba que aproximadamente 63 miembros de la OMI que habían votado a favor del plan en abril mantuvieran su apoyo a las restricciones de emisiones, y se anticipaba que otros se unirían a la iniciativa para aprobar formalmente el marco.
Tras la amenaza de Trump en redes sociales, los delegados en Londres votaron una resolución preparada precipitadamente para retrasar los procedimientos sobre el asunto, que fue aprobada por 57 votos contra 49.
La OMI, que comprende 176 países miembros, es responsable de regular la seguridad del transporte marítimo internacional y prevenir la contaminación en alta mar.
Desde que regresó al poder en enero, Trump se ha centrado en revertir el rumbo de Washington en materia de cambio climático, fomentando el uso de combustibles fósiles mediante la desregulación, recortando la financiación para proyectos de energía limpia y promoviendo consignas como “Drill, baby, drill”.
‘Una oportunidad perdida’
Un portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, calificó las decisiones del viernes como “una oportunidad perdida para que los Estados miembros sitúen al sector marítimo en una trayectoria clara y creíble hacia las cero emisiones netas”.
La Cámara Naviera Internacional, que representa más del 80% de la flota mundial, también expresó su decepción.
“La industria necesita claridad para poder realizar las inversiones necesarias que permitan descarbonizar el sector marítimo”, declaró el secretario general de la cámara, Thomas Kazakos, en un comunicado.
¡Decepcionado, pero sigue comprometido! https://t.co/7P192kAvCx
– Thomas A. Kazakos (@ThomasKazakos) 17 de octubre de 2025
Ralph Regenvanu, ministro de Cambio Climático de Vanuatu, señaló que la decisión de retrasar la votación doce meses resultaba “inaceptable dada la urgencia que enfrentamos ante la aceleración del cambio climático”.
“Pero sabemos que tenemos el derecho internacional de nuestra parte y continuaremos luchando por nuestra gente y el planeta”, añadió Regenvanu.
Con anterioridad a la decisión del viernes, China, la Unión Europea, Brasil, Gran Bretaña y varios otros miembros de la OMI habían reafirmado su apoyo.
Entre los países que se opusieron a las medidas se incluyeron Rusia y Arabia Saudita.
Un delegado ruso describió los procedimientos como “caóticos” durante su intervención ante el plenario el viernes, después de que las negociaciones se prolongaran hasta el anochecer.
Argentina y Singapur, dos países que previamente habían votado a favor del marco en abril, se contaron entre los que apoyaron posponer su implementación esta semana.
De haberse adoptado formalmente esta semana, el Marco Net Zero (NZF) habría constituido el primer sistema global de fijación de precios del carbono, imponiendo a los buques una multa de 380 dólares por tonelada métrica por cada tonelada adicional de equivalente de CO2 emitida, y recompensando a aquellos que redujeran sus emisiones mediante el uso de alternativas.
El marco propuesto pretende auxiliar a la OMI en la consecución de su objetivo de reducir las emisiones netas del transporte marítimo internacional en un 20% para 2030, y eliminarlas completamente para 2050.
El cambio climático ya comienza a afectar al transporte marítimo y a la seguridad de las personas en el mar, alterando incluso las corrientes oceánicas y provocando que sean más frecuentes las tormentas severas.
Las propuestas para disminuir la dependencia de combustibles más contaminantes en la industria naviera incluyen el uso de amoníaco y metanol, así como equipar los buques de carga con velas especiales.
