Danielle Kaye y Natalie Sherman
Mira: Trump afirma que "los precios están bajando" en un mitin en Pensilvania
El presidente Donald Trump dijo en un mitin de campaña que los precios al consumo están cayendo "tremendamente", mientras intentaba calmar la ansiedad de los votantes sobre el costo de vida en EE.UU.
En un discurso en un casino en el estado clave de Pensilvania, el presidente dijo a sus simpatizantes que no tenía "mayor prioridad que hacer que América sea asequible otra vez".
Aunque los precios de la gasolina y los huevos han bajado, otros alimentos son más caros y los estadounidenses siguen disgustados por el costo de la vivienda, el cuidado infantil y la sanidad.
Los demócratas han capitalizado la vulnerabilidad de Trump en la economía en votaciones recientes, dejando a muchos republicanos inquietos por las elecciones legislativas del próximo año.
El evento del martes en un distrito disputado de Pensilvania fue el primero de lo que la Casa Blanca dice que será una serie de mítines para llevar su mensaje económico a los votantes.
Pero en un momento de sus declaraciones, el presidente republicano volvió a describir las preocupaciones sobre la asequibilidad como un "engaño" demócrata.
La Casa Blanca culpa a Biden y a las tasas de interés del banco central por el malestar económico persistente.
La Reserva Federal ha reducido las tasas dos veces hasta aproximadamente un 3.9%, y los mercados financieros esperan que el Banco las recorte más este miércoles. Sin embargo, la inflación se mantiene por encima del objetivo del 2% de la Fed, en un 3%.
En semanas recientes, su administración ha eliminado aranceles de docenas de productos alimenticios y ha promocionado su eliminación de estándares de eficiencia de combustible y cuentas de jubilación con marca Trump para niños como soluciones al costo de vida.
En un fragmento de una entrevista con Politico publicada el martes, le preguntaron a Trump qué nota le pondría a la economía.
"Un más-más-más-más-más", dijo.
En una señal de que este cambio de postura podría estar teniendo efecto, la aprobación de Trump subió tres puntos al 41% en una nueva encuesta de Reuters/Ipsos.
Charlie Neuenschwander
Alaina Hunt fue despedida en abril.
Pero muchos estadounidenses se mantienen pesimistas sobre la economía.
Alaina Hunt, de 37 años, dijo a la BBC que perdió su trabajo en abril como diseñadora en una empresa de construcción en Oklahoma City, en parte por los aranceles de Trump al acero y al aluminio.
El sector de la construcción "realmente recibió un golpe duro muy al principio", dijo. La Sra. Hunt dice que ha solicitado al menos 75 trabajos sin éxito.
Ella dice que el aumento de la cuenta del supermercado —unos 25 dólares extra por semana— ha añadido más presión.
"Pude arreglármelas mucho más fácil en años anteriores", dijo la Sra. Hunt, que votó por la demócrata Kamala Harris en 2024. "No creo que el gobierno federal esté escuchando para nada".
Los datos económicos pintan un panorama mixto.
La confianza del consumidor en EE.UU. cayó en noviembre a su nivel más bajo desde la primavera.
Pero el mercado de valores continúa rondando máximos históricos. Y los pronosticadores esperan que la economía crezca un 1.9% este año, más lento que el 2.8% del año pasado pero aún mejor de lo esperado.
Algunos datos recientes también indican que el mercado laboral puede estar recuperándose, tras una desaceleración importante en la contratación a principios de este año.
En el mitin, Trump dijo que "los precios están bajando tremendamente desde los precios más altos en la historia de nuestro país".
Pero los precios no están cayendo —lo que sería deflación— sino que están subiendo a un ritmo más lento.
Hasta septiembre, la inflación se situó en un 3%, la misma tasa que en enero cuando el presidente asumió el cargo y por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal.
Aún está muy por debajo del pico de 9.1% bajo el ex presidente Joe Biden, cuando EE.UU. enfrentó su peor inflación en cuatro décadas.
Los precios en general han subido un 25% en los últimos cinco años, generando una frustración generalizada, a pesar del crecimiento de los salarios en ese período.
Beth Richardson
Beth Richardson, de 45 años y de Kansas, dijo que se había quedado impactada por algunos precios en el supermercado cerca de su casa, recordando un paquete de chicles Mentos que compró recientemente y que costó casi 5 dólares con impuestos.
"Pensé, ahora mismo me muero porque esto no puede ser posible", dijo.
La Sra. Richardson fue despedida de su trabajo en soporte de ventas en una empresa tecnológica a finales de 2023, después de que la compañía trasladara puestos de trabajo al extranjero. Ella votó por Kamala Harris el año pasado.
Dijo que, aunque sabía que a menudo se culpa a los presidentes por fuerzas económicas que escapan a su control, sentía que en este caso Trump y sus políticas, como los aranceles, estaban "haciendo un tiro en el propio pie".
El martes por la noche, Trump llamó a los aranceles su "palabra favorita", señalando los cientos de miles de millones de dólares en ingresos para EE.UU. por estos impuestos a las importaciones.
Muchos simpatizantes de Trump han dicho que aún apoyan al presidente, a pesar de sentir la presión económica ellos mismos.
John Mohring, de 60 años, viudo y trabajador de la construcción de Kenosha, Wisconsin, ha apoyado a Trump desde 2016.
Dijo que los precios de la comida empezaron a subir antes de que Trump volviera a la Casa Blanca "y no parece que estén bajando".
Ahora típicamente gasta 100 dólares en comida solo para él, incluso evitando comprar carne y comprando artículos más baratos.
Aún así, el Sr. Mohring dijo que apoya los amplios aranceles de la administración Trump a los bienes importados y sus políticas fronterizas.
"Le estoy dando el beneficio de la duda", añadió el Sr. Mohring.
Brad Smith, un agricultor de maíz y soja en el noroeste de Illinois, se vio afectado a principios de este año cuando China, anteriormente un gran comprador de soja estadounidense, congeló sus compras durante una guerra comercial con Washington.
Pero el mercado, dijo, se ha ido recuperando gradualmente desde finales de octubre, cuando los dos países llegaron a un acuerdo y China reanudó algunas compras.
Trump también anunció el lunes un paquete de ayuda de 12,000 millones de dólares para los agricultores estadounidenses.
El Sr. Smith dijo que aún cree en los planes de Trump para la economía, a pesar de haberse visto atrapado en el fuego cruzado.
"Probablemente hay cosas más grandes en juego aparte del mercado de la soja y el maíz", dijo el Sr. Smith.
"La idea de ‘América Primero’ es buena."