Se dice que para el año 328 a.C., después de hacer que imperios se arrodillaran ante él, Alejandro Magno lloró… porque ya no quedaban más mundos por conquistar.
De manera similar, después de resolver los problemas de Medio Oriente y Ucrania, con solo un par de detalles técnicos por resolver y de poner fin a tantas otras guerras, a Donald Trump también le podría tentar llorar por haberse quedado sin tareas importantes. Y aún así, justo cuando está a punto de arrodillarse en angustia en la alfombra del Despacho Oval, aparentemente se anima al pensar en un desafío más.
¡Puede revivir la franquicia de películas ‘Rush Hour’!
Larry Ellison, el principal accionista de Paramount Skydance – que, a principios de este año, como Paramount Global, llegó a un acuerdo en una demanda con Trump no muy diferente a la que él amenazó recientemente a la BBC – según los informes, ha sido presionado por el comandante en jefe para revivir las entrañables películas de Rush Hour – las divertidas aventuras de dos policías muy diferentes protagonizadas por Chris Tucker y Jackie Chan.
Se informa que una cuarta película de Rush Hour es una parte central del proyecto del segundo mandato de Trump – un sueño de reintroducir una masculinidad anticuada en la cultura de Hollywood y, además, crearía empleo para ese hombre poco querido de Tinseltown que dirigió las primeras tres películas – Brett Ratner.
A Ratner se le acusó de agresión sexual en 2017, acusaciones que él negó. Pero, con acceso privilegiado, ahora ha dirigido un documental de 40 millones de dólares sobre Melania Trump – el tipo de película que solo se puede describir como “suave”.
¿El mundo realmente necesita o quiere Rush Hour 4? Si así fuera, seguramente ya la tendríamos. Las fuerzas del mercado en la brutal jungla darwiniana del cine de franquicias habrían creado Rush Hour 4. O por lo menos la habrían reiniciado para la televisión por streaming con un elenco más joven y quizás con David Harbour como el ceñudo jefe de policía.
La idea de la serie Rush Hour es un peculiar emparejamiento de dos policías: James Carter de Chris Tucker del Departamento de Policía de Los Ángeles y Yan Naing Lee de Jackie Chan de la Policía de Hong Kong. Ambos interpretan una comedia de ‘fuera de lugar’ – siendo el lugar la cultura del otro – con un humor sexual muy amplio y posiblemente problemático. Y, por supuesto, hay muchas peleas, con Tucker mostrandonos golpes muy americanos y Chan sacando unos movimientos de artes marciales tremendos.
Es un material muy poco exigente y estereotipado, y a Donald le encanta absolutamente. ¿Podría ser que Rush Hour 4 incluya uno de sus cameos tiesos, o algo más? O podría ser que el presidente esté – como Arnold Schwarzenegger – empezando a envisionar un regreso pospolítico al glamuroso mundo del espectáculo. Quizás desee producir además de actuar.
Pero existe otra posibilidad. Recientemente, Trump recibió al nuevo alcalde electo socialista demócrata de Nueva York, Zohran Mamdani; una reunión que muchos pensaron que solo terminaría con el tipo de regaño por el que el presidente es conocido, como el que le dio a Volodymyr Zelenskyy en su primer encuentro. Pero no. Fueron todo sonrisas. Parecía estar surgiendo una bromance muy inesperada. ¿Podría ser que a Trump le guste la idea de Rush Hour porque es tan… inclusiva? Un hombre negro y un hombre asiático unidos bajo la bandera estadounidense. ¿Habrá suavisado finalmente Mamdani la visión del mundo de Trump? Si es así, y si Rush Hour 4 es el resultado, bueno, podría ser peor.
