Trump 1, BBC 0: No fue su mejor transmisión.

La querida y antigua BBC vuelve a estar en aprietos, pero ¿acaso no será este un error de más? Granjeársela la enemistad del mismísimo señor de las Noticias Falsas no es algo positivo, y la posibilidad de una demanda millonaria por parte del presidente de los Estados Unidos garantizará que la BBC ocupe un lugar en la historia. Todo ello se habría podido evitar si la BBC hubiese emitido una disculpa hace un año, pero no, no dijeron nada y ahora la organización se enfrenta a un futuro bastante complicado.

El problema reside en que el panorama audiovisual está cambiando y las plataformas de streaming son, a todas luces, las líderes, habiendo relegado a entes como la BBC a un segundo plano. La BBC era quien debería haber producido el exitazo de la serie The Crown, no Netflix. La BBC debería emitir eventos deportivos en directo, especialmente si en ellos participan las selecciones nacionales, y no las cadenas de satélite o las plataformas digitales.

La BBC debería desempeñar un papel más relevante en la educación de los jóvenes acerca de la historia de Gran Bretaña. La BBC debería invertir en producciones de calidad en vez de destinar sumas cuantiosas al sueldo de sus presentadores. ¿Acaso necesita Gran Bretaña a la BBC con su onerosa tasa de licencia? A decir verdad, probablemente no. Los días de la BBC están llegando a su fin, al menos en su forma actual. ¿A quién culpar? A la BBC, por su puesto. Se ha granjeado muchos enemigos que serán los primeros en asestar el golpe de gracia, y no tienen a nadie más a quién culparse.

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