Anne Soy
Editora adjunta de África de la BBC, Nairobi
MSF
Se dice que los tres eran profesionales y apasionados por su trabajo
Una investigación de la organización médica Médicos Sin Fronteras (MSF) sobre la "ejecución" de tres de sus trabajadores durante una misión humanitaria en la región de Tigray, al norte de Etiopía, afectada por la guerra, encontró evidencia de que el ejército del país fue responsable de los asesinatos hace cuatro años.
El informe de MSF incluye afirmaciones de que tropas etíopes estaban presentes en el lugar donde mataron a los tres: un español y dos etíopes.
"Fueron ejecutados", dijo Raquel Ayora, directora general de MSF España, a la BBC. "Estaban frente a sus atacantes y les dispararon a muy corta distancia… varias veces".
La BBC ha solicitado una respuesta del gobierno etíope ante estas acusaciones.
MSF afirmó que publicó los resultados de su investigación porque el gobierno no ha dado una "explicación creíble" de las muertes, a pesar de 20 reuniones en persona en los últimos cuatro años.
La española María Hernández Matas, de 35 años, junto con Yohannes Halefom Reda, de 32, y Tedros Gebremariam, de 31, fueron asesinados el 24 de junio de 2021 mientras viajaban por el centro de Tigray para evaluar necesidade médicas.
"Eran muy profesionales y apasionados", dijo Ayora.
Agregó que los tres llevaban chalecos de MSF y su vehículo tenía la bandera y logotipos de la organización cuando les dispararon.
"Así que sabían que estaban matando a trabajadores humanitarios", afirmó.
Matas trabajaba en Tigray desde antes de la guerra y "era muy querida" por la gente de la región, según Ayora.
Su muerte ha sido especialmente devastadora para su madre, ya que era su única hija.
Tedros fue asesinado poco después de que su esposa diera a luz una niña. Su viuda la llamó María, en honor a su colega española asesinada.
MSF
Los trabajadores humanitarios fueron atacados a pesar de que su vehículo tenía la bandera de MSF
El conflicto en Tigray estalló en 2020 tras un enfrentamiento entre los gobiernos regional y federal, con la entrada de Eritrea del lado de las fuerzas etíopes.
Terminó dos años después con un acuerdo de paz mediado por la Unión Africana. Su enviado, el ex presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, estimó que unas 600,000 personas murieron en el conflicto.
Investigadores dijeron que las muertes se debieron a combates, hambre y falta de atención médica.
MSF señaló que sus trabajadores fueron asesinados cuando el conflicto se intensificaba y las tropas etíopes y eritreas mostraban mayor hostilidad hacia los cooperantes.
El informe incluye evidencia de que un convoy del ejército etíope, en retirada, estaba en la zona, corroborado por imágenes satelitales.
Testigos civiles y militares implicaron directamente a soldados etíopes, incluso uno que escuchó a un comandante ordenar el ataque.
Sin embargo, MSF aclara que "el nivel y naturaleza" de la participación del ejército "aún debe aclararse".
"La investigación halló múltiples pruebas que ubican a tropas etíopes en la ruta donde ocurrieron los asesinatos", dijo MSF.
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