Tres exejecutivos de Ubisoft van a juicio por acoso y abuso
Tres antiguos altos directivos de Ubisoft, la empresa francesa creadora de juegos como Assassin’s Creed y Far Cry, enfrentaron juicio este lunes.
Serge Hascoët, Thomas "Tommy" François y Guillaume Patrux comparecieron ante el tribunal de Bobigny acusados de abuso psicológico, acoso sexual y intento de agresión sexual.
El juicio seguirá hasta el viernes. Durante la semana, los jueces escucharán los testimonios de seis mujeres y tres hombres, además de denuncias presentadas por dos sindicatos.
Los acusados niegan todas las alegaciones en su contra.
La "omertá" de Ubisoft se rompió en 2020
Tres años antes, un empleado intentó denunciar acoso psicológico a sus superiores. La respuesta fue: "Deja de hablar de esto ahora. En Ubisoft no hay problemas".
Pero luego, una investigación de Libération y Numerama reveló condiciones laborales con acoso, humillaciones y comentarios discriminatorios.
Ubisoft inició una investigación interna en 2020 tras testimonios anónimos que acusaban una cultura laboral tóxica.
Aunque muchos testigos no presentaron denuncias por miedo a reacciones de la comunidad de videojuegos, los relatos pintaron un panorama grave dentro de los estudios.
Los acusados y sus presuntos delitos
- Serge Hascoët (59), exdirector creativo, renunció tras las acusaciones. Se le acusa de acoso sexual, bullying y comentarios racistas. Según testigos, dijo que una empleada "necesitaba sexo" y sugirió tener relaciones con ella delante de todos.
- Thomas François (52), exvicepresidente, habría obligado a una empleada a hacer una parada de manos con falda en la oficina. También se le acusa de ver porno en el trabajo y de intentar besar a una compañera en una fiesta.
- Guillaume Patrux (41), exdirector de juegos, despedido por mala conducta. Se dice que simulaba golpear empleados, hacía sonar un látigo cerca de sus caras y dibujó esvásticas en el cuaderno de una mujer.
Más casos de humillación
Testimonios revelan que, bajo la mirada indiferente de la dirección, hubo actos de humillación pública. Por ejemplo, una empleada musulmana encontró su pantalla cambiada por una imagen de un sándwich de tocino, y le lanzaron bocadillos en Ramadán.
Otras mujeres denunciaron comentarios sexuales constantes, que las llamaban "putas" y les decían que usaran faldas más cortas. A una le dijeron: "Ese abrigo rojo es una invitación a violarte".
Un momento clave para la industria
El juicio es visto como un "#MeToo" en el mundo de los videojuegos, dominado por hombres. Sin embargo, algunos creen que no es suficiente.
Marc Rutschlé, delegado sindical, dijo: "No fueron tres personas aisladas las que crearon este ambiente. Su impunidad fue organizada. Falta responsabilidad estructural".
Ubisoft se mantiene al margen: ni el departamento de RRHH ni el CEO Yves Guillemot comparecerán. Guillemot llamó a algunas denuncias "diferencias generacionales".
El juicio en Bobigny continuará hasta el viernes.