Detrás de la última disputa comercial entre los Estados Unidos y China hay una batalla por la tecnología del futuro. Ambos países quieren ser el líder mundial en áreas como la inteligencia artificial y los vehículos eléctricos. Este conflicto no solo es sobre aranceles, sino sobre quién controlará la economía global en las próximas décadas. Muchos expertos creen que los resultados de esta competencia afectarán a todos los países del mundo, no solo a estas dos potencias. Las decisiones que tomen hoy podrían definir el panorama económico para los próximos años.