Dwight Howard habla con los medios durante la conferencia de prensa del Salón de la Fama de Baloncesto Naismith antes del juego de la Final Four del Torneo de Baloncesto Masculino de la NCAA en el Alamodome el 05 de abril de 2025 en San Antonio, Texas. Alex Slitz/Getty Images/AFP
Dwight Howard solo pide a sus críticos una cosa: que miren los números. Él insiste que los números cuentan la historia. Él promedió 15.7 puntos y 11.8 rebotes por partido. Solo otros 13 jugadores en la historia de la NBA han tenido esos números en toda su carrera.
Todos ellos entraron en el Salón de la Fama.
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“Entonces, ¿por qué yo no?” preguntó Howard.
Ya no tiene que hacer esa pregunta.
Howard —quien todavía está molesto, y algunos dicen que con razón, por no estar en el equipo del 75 aniversario de la NBA que se anunció hace casi cuatro años— no fue ignorado para el mayor honor individual que puede recibir un jugador. Él entrará en el Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial este fin de semana, el final perfecto para una carrera en la que fue ocho veces All-Star, cinco veces campeón de rebotes, dos veces campeón de tapones y el único jugador en ganar el premio al mejor defensor del año tres temporadas seguidas.
“Estoy más orgulloso de que tuve longevidad, y que pude jugar tanto tiempo como pude y mantenerme tan saludable como lo hice,” dijo Howard. “Y quiero que la gente diga de mí que siempre iba a dar lo mejor de mí, 100% de esfuerzo. Que pueden decir, ‘No importa qué, él va a poner todo lo que tiene.’”
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Howard es uno de los dos que entrarán dos veces este fin de semana; él y Carmelo Anthony entran en el Salón de la Fama por sus logros individuales y otra vez como parte del equipo de baloncesto de los Juegos Olímpicos de 2008 de Estados Unidos, llamado el “Redeem Team” después de ganar el oro en los Juegos de Beijing ese verano.
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LeBron James #23 de Los Angeles Lakers celebra con Dwight Howard #39 de Los Angeles Lakers después de ganar el Campeonato de la NBA 2020 en el Juego Seis de las Finales de la NBA 2020 en el AdventHealth Arena en el ESPN Wide World Of Sports Complex el 11 de octubre de 2020 en Lake Buena Vista, Florida. Douglas P. DeFelice/Getty Images/AFP
También entran en el Salón este fin de semana: las grandes figuras del baloncesto femenino Sue Bird, Maya Moore y Sylvia Fowles, el director general de Miami Heat Micky Arison, el árbitro de la NBA Dan Crawford y el entrenador de los Chicago Bulls Billy Donovan – ganador de dos títulos de la NCAA cuando era entrenador en Florida.
“Es una gran clase,” dijo Sean Ford, director del equipo nacional masculino de USA Basketball.
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Howard está décimo en la lista de todos los tiempos de rebotes de la NBA, y decimotercero en la lista de tapones. Es uno de los cuatro jugadores con tres premios de Mejor Defensor, detrás de los ganadores de cuatro premios Dikembe Mutombo, Ben Wallace y Rudy Gobert. Y consiguió su único anillo de la NBA en 2020, cuando Los Angeles Lakers vencieron a Miami Heat en las finales de la burbuja.
Solo otro jugador —Elvin Hayes— terminó su carrera en la NBA promediando tantos puntos, rebotes y tapones como Howard. Los tapones no se convirtieron en una estadística oficial hasta 1973, pero aun así, los números mostraban que Howard era seguro para el Salón de la Fama en Springfield, Massachusetts.
“Fue absolutamente ridículo que no estuviera en el Top 75,” dijo Stan Van Gundy, el entrenador de Howard en Orlando por mucho tiempo, cuando se anunció ese equipo del 75 aniversario.
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Howard y Van Gundy no siempre estaban de acuerdo. En este punto, ellos piensan igual.
“Me preguntaba si alguna vez iba a entrar en el Salón de la Fama después de lo del Top 75, porque parecía que, en cuanto a mi juego de baloncesto, no he recibido mucho respeto por mis años en la liga,” dijo Howard. “Fue un poco difícil. Pero cuando recibí la llamada, dije, ‘Wow, esto es real.’”
El no estar en el equipo del 75 aniversario podría salir en el discurso que Howard planea dar este fin de semana. Si este discurso es como el que dio este año cuando entró en el Salón de la Fama de los Orlando Magic —jugó sus primeras ocho temporadas en la NBA con los Magic, casi no perdió un partido después de que lo eligieran número 1 en el draft del 2004— esperen algunas risas y algunas lágrimas. A Howard no le importa mostrar sus emociones.
El Salón de la Fama tampoco lo hizo esperar. Howard fue elegido en su primer año de elegibilidad.
“Está pasando. Que yo entre en el Salón de la Fama, que me incluyan en el Salón de la Fama como jugador y luego como olímpico,” dijo Howard. “Es como un doble golpe, pero en el buen sentido.”