El Park Güell de Barcelona, uno de los monumentos más visitados de España.
Crédito: CasualClicks, Shutterstock
Puede que España siga siendo el destino vacacional favorito de todos, pero este año los viajeros se llevarán algunas sorpresas. Desde controles fronterizos más estrictos e impuestos turísticos más elevados hasta prohibiciones en playas y límites en las bebidas de todo incluido, España está endureciendo sus normas, y los turistas deben acatarlas.
Las nuevas normas fronterizas supondrán colas más largas en los aeropuertos
Si tienes pensado viajar a España en breve, prepárate para un comienzo de viaje un poco más lento. Desde el 12 de octubre de 2025, España ha implementado el Sistema de Entrada y Salida (EES), un nuevo mecanismo de control fronterizo de la Unión Europea que rastrea digitalmente la entrada y salida de los visitantes.
El sistema utiliza huellas dactilares y reconocimiento facial en lugar del antiguo procedimiento de sellado de pasaportes, lo que significa que se te tomarán una foto y tus huellas tanto a la llegada como a la salida. Es posible, además, que los viajeros se enfrenten a algunas preguntas adicionales sobre el propósito de su visita, su alojamiento o si disponen de recursos suficientes para costear su estancia.
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El objetivo es reforzar la seguridad fronteriza en todo el espacio Schengen, pero, en la práctica, podría alargar las colas en el control de pasaportes, especialmente en los aeropuertos más concurridos.
Las autoridades instan a los viajeros a verificar cuidadosamente las fechas de sus pasaportes; debe haber sido expedido en los últimos diez años y ser válido durante al menos tres meses después de la fecha prevista de salida. La norma habitual de 90 días en un período de 180 días para estancias cortas sigue vigente.
La represión de España contra el turismo ruidoso y los alquileres vacacionales
No es ningún secreto que España ha mantenido una relación de amor-odio con el turismo masivo. Si bien millones de visitantes impulsan la economía cada año, los residentes de ciudades como Barcelona y de islas como Mallorca e Ibiza están cada vez más exasperados por la masificación, el aumento de los alquileres y el bullicio nocturno.
Este verano, miles de personas salieron a las calles para exigir cambios. Y ahora, las autoridades están escuchando.
En las Islas Baleares, los impuestos turísticos nocturnos están previsto que aumenten, de alrededor de 3,90 € a 5,85 € por persona y noche, dependiendo del alojamiento. Quienes reserven hoteles de cinco estrellas en temporada alta pagarán más, e incluso los pasajeros de cruceros se enfrentarán a tasas más elevadas, hasta un 200 % superiores a las anteriores.
Barcelona no se queda atrás, con planes para duplicar su impuesto turístico a finales de 2025, lo que significa que los visitantes podrían pagar hasta 14 € por noche en hoteles de lujo. Los menores de 16 años siguen exentos.
Mientras tanto, las capitales de la fiesta españolas están recibiendo un serio correctivo. La norma de las seis consumiciones, tres en el almuerzo y tres en la cena, se mantendrá en Magaluf, Playa de Palma y San Antonio en Ibiza, tras el aumento de incidentes relacionados con el alcohol el año pasado.
Incluso los ‘pub crawls’ en el famoso paseo de Magaluf ahora están prohibidos, ya que el gobierno local intenta suavizar su reputación de bullicio.
Palma, la capital de Mallorca, ha ido un paso más allá al anunciar la prohibición de nuevos alquileres turísticos y albergues juveniles a partir de octubre de 2025. La norma se aplicará incluso con carácter retroactivo durante tres meses, lo que significa que se rechazarán las solicitudes pendientes. Se podría alentar a los albergues existentes a que se reconviertan en hoteles o viviendas residenciales.
Prohibiciones en playas, cambios en el efectivo y qué no hacer
Si te diriges a tomar el sol y a la arena en Gran Canaria, también deberás tomar nota de las nuevas ordenanzas playeras introducidas a principios de este año.
Prohibido fumar y vapear. Tampoco se permite poner música alta, cocinar, usar tiendas de campaña o incluso sombrillas grandes para la sombra. Recoger conchas, voltear rocas o bloquear los paseos también puede conllevar una multa, con penalizaciones que oscilan entre 30 € y 2.900 €, dependiendo de la infracción.
En el ámbito financiero, el Banco de España ha comenzado a retirar de la circulación los billetes de 50 € dañados o ajados, así que no te sorprendas si una tienda o restaurante rechaza tu efectivo desgastado. Los demás billetes, de 5 €, 10 € y 20 €, siguen siendo aceptados con normalidad.
En Mallorca, algunos municipios se están volviendo aún más selectivos con los visitantes. En Sóller, por ejemplo, las autoridades locales han instaurado una zona de tráfico exclusiva para residentes, lo que significa que los turistas con coches de alquiler ya no pueden circular por el casco antiguo. En su lugar, deberán aparcar en el extrarradio y desplazarse a pie o en transporte público.
Por qué España está implementando esto y qué deben esperar los viajeros
Todos estos cambios pueden sonar a un quebradero de cabeza, pero no están diseñados para arruinar tu viaje. Las autoridades españolas afirman que el objetivo es proteger la vida local y fomentar un turismo responsable, especialmente después de años de saturación y mal comportamiento por parte de una minoría de visitantes.
La idea es simple: quienes visiten España deben disfrutarla, pero también respetarla. Ya sea pagando un poco más de impuestos, siguiendo las normas locales o dejando la playa más limpia de como la encontraste, el país desea una relación más equilibrada con los millones de personas que lo visitan cada año.
Por tanto, antes de volar, tómate un momento para consultar las últimas actualizaciones. Asegúrate de que tu pasaporte es válido, permite tiempo extra en el aeropuerto, mantén tus euros en buen estado e infórmate sobre las normativas locales antes de ir a la playa o reservar tu Airbnb.
España no está cerrando sus puertas; ni mucho menos. Simplemente está pidiendo a los visitantes que reduzcan el ritmo, sean considerados y compartan el espacio.
Porque, incluso con las nuevas regulaciónes, algo no ha cambiado: España sigue ofreciendo todo lo que hace que unas vacaciones sean inolvidables: sol, sangría y esa cálida acogida mediterránea. Solo que ahora con algunas normas más que seguir.
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