En su nuevo libro, Super Agers: An Evidence Based Approach to Longevity, el renombrado cardiólogo Eric Topol destaca un avance revolucionario en la prevención de enfermedades cardíacas: el uso de la inteligencia artificial para predecir el riesgo individual de sufrir un infarto fatal años antes de que aparezcan los síntomas. Como señala el Dr. Topol, la imagenología mejorada por IA de la grasa que rodea las arterias coronarias ahora permite a los médicos visualizar la inflamación, el factor subyacente previamente invisible detrás de los infartos y los accidentes cerebrovasculares.
Topol predice que los cardiólogos estadounidenses pronto utilizarán estas herramientas de IA para identificar a personas de alto riesgo mucho antes de que los métodos convencionales detecten la enfermedad, lo que potencialmente salvará decenas de miles de vidas.
¿Qué tan radical es este desarrollo? Basta con considerar lo siguiente. Durante décadas, nuestro enfoque sobre la enfermedad arterial coronaria (EAC) ha girado en torno a identificar y tratar bloqueos en las arterias coronarias —obstrucciones visibles al flujo sanguíneo, como la placa. Pero los avances recientes en investigación médica y tecnología están impulsando una reevaluación fundamental de este enfoque. Ahora sabemos que el detonante inicial de los infartos y derrames cerebrales no es solo la placa, sino la placa combinada con la inflamación de las arterias coronarias. Y los nuevos fármacos antiinflamatorios proporcionan un tratamiento probado para esta condición.
A pesar de este entendimiento, “la comunidad cardiovascular no ha actuado para cambiar la práctica, reconociendo nuestra capacidad para detectar la inflamación y hacer algo al respecto”, escribe Topol.
Principalmente, eso se debe a que hemos carecido de la tecnología para diagnosticar y cuantificar la inflamación en las arterias coronarias.
Eso finalmente está empezando a cambiar. Como señala Topol, gracias a los avances en IA que permiten visualizar la inflamación en las tomografías computarizadas estándar, y a importantes cambios regulatorios recientes, Estados Unidos está a punto de integrar el diagnóstico de la inflamación coronaria en la práctica clínica rutinaria.
Si el enfoque finalmente se adopta de manera generalizada, como prevé Topol, el resultado será un cambio radical en la medicina cardiovascular, mejorando no solo los resultados de los pacientes, sino también la forma en que diagnosticamos y manejamos la EAC.
Inflamación: El factor invisible de la enfermedad cardíaca
Los cardiólogos han sabido durante mucho tiempo que la inflamación coronaria es un detonante clave tanto de la formación de placa como de la inestabilidad que conduce a bloqueos e infartos. Sin embargo, nuestras herramientas de diagnóstico se han centrado únicamente en identificar obstrucciones en lugar de la inflamación subyacente. Y con buena razón. Las pruebas de esfuerzo tradicionales y la imagenología nuclear son excelentes para evaluar bloqueos arteriales, pero no pueden medir la respuesta inflamatoria detrás de los síntomas físicos.
Un ejemplo importante de esta limitación surgió en un estudio importante publicado en The Lancet. Los investigadores examinaron tomografías cardíacas de 40.000 pacientes y descubrieron que solo un tercio de los eventos cardíacos en los siguientes siete años les ocurrieron a aquellos con EAC obstructiva.
En otras palabras, dos tercios de los pacientes fueron enviados a casa creyendo que tenían un bajo riesgo de infarto, solo para sufrir uno en los próximos años.
El estudio destaca la vasta necesidad no satisfecha de herramientas de diagnóstico para detectar la inflamación coronaria silenciosa, que precede al desarrollo de la EAC obstructiva.
Avances tecnológicos: IA e inflamación cardíaca
El estudio de The Lancet se benefició de una investigación pionera de un equipo de cardiólogos de la Universidad de Oxford. En 2017, Charalambos Antoniades, Profesor de Medicina Cardiovascular en Oxford, introdujo el Índice de Atenuación de Grasa (FAI), un método para detectar inflamación coronaria en tomografías cardíacas mediante el análisis de la grasa perivascular que rodea las arterias. Investigaciones posteriores —incluido el mencionado estudio de The Lancet— han proporcionado pruebas definitivas de que el puntaje FAI puede predecir con precisión el riesgo del paciente con hasta una década de antelación.
La aplicación práctica de este conocimiento recién comienza. Varias soluciones de IA visualizan la placa en las tomografías, pero ninguna aprobada aún por la FDA puede visualizar la inflamación, lo que permitiría una visión mucho más completa de la carga de placa arterial de lo que era posible anteriormente. La investigación del equipo de Oxford condujo al desarrollo de la primera IA del mundo capaz de visualizar la inflamación coronaria. Ya aprobada para su uso en el Reino Unido, la UE y Australia, esta tecnología actualmente espera la autorización de la FDA en Estados Unidos.
Cambios regulatorios allanan el camino para la adopción clínica
Junto con los avances tecnológicos, la adopción clínica generalizada está respaldada por el desarrollo de nuevos marcos regulatorios y de reembolso. Dos cambios recientes de política en los EE. UU. han sentado las bases para integrar el análisis de inflamación impulsado por IA en la práctica rutinaria:
La American Medical Association publicó un nuevo código CPT de Categoría 3 para facturación y reembolso: A partir de 2026, este código permitirá a los proveedores facturar por el uso de IA para analizar tomografías cardíacas en busca de inflamación coronaria, asegurando que los hospitales y clínicas tengan incentivos financieros para adoptar la tecnología.
Además, a partir de 2026, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) casi duplicarán el reembolso actual por las tomografías cardíacas. Esto permitirá a los proveedores de atención médica priorizar los diagnósticos basados en tomografía sobre las pruebas de esfuerzo tradicionales, que han mostrado limitaciones significativas en la predicción del riesgo cardiovascular.
Juntos, estos cambios regulatorios ya están acelerando la transición hacia diagnósticos centrados en la inflamación, asegurando que más pacientes se beneficien del nuevo análisis de IA de las imágenes por tomografía.
Un nuevo estándar en la atención cardiovascular
Estos cambios tienen implicaciones profundas. La principal razón por la que la enfermedad cardíaca sigue siendo la principal causa de muerte global es nuestra incapacidad para identificar a las personas de alto riesgo antes de que sufran eventos cardíacos mayores. Ahora, con la capacidad de medir la inflamación coronaria a través de tomografías mejoradas por IA y de determinar con mayor precisión el riesgo de infarto de una persona, podemos intervenir antes y de manera más efectiva. Esto representa un cambio tremendous en cómo detectamos y prevenimos los infartos.
Ahora, los pacientes pueden recibir intervenciones más tempranas y una prevención mejorada, reduciendo el riesgo de eventos cardíacos súbitos. Los médicos finalmente tienen una herramienta que va más allá de detectar bloqueos para evaluar el espectro completo del riesgo de enfermedad cardíaca. Y nuestro sistema de salud puede reducir drásticamente la carga financiera de las enfermedades cardiovasculares al prevenir proactivamente eventos cardiovasculares agudos mayores.
Lo que una vez pareció un concepto teórico —que la inflamación coronaria podría visualizarse y medirse— ahora se ha convertido en la clave para impulsar la atención preventiva. Con diagnósticos potenciados por IA clínicamente probados y políticas de reembolso expandidas, la medicina cardiovascular está entrando en una nueva era.
El próximo desafío es asegurar que estas innovaciones sean adoptadas rápidamente y puestas a disposición de los millones de pacientes que pueden beneficiarse de ellas.
Biografía del autor:
Frank Cheng es CEO de Caristo Diagnostics. Durante los últimos 20 años ha dirigido múltiples empresas de salud digital. Anteriormente, Frank dirigió dos empresas respaldadas por capital riesgo como CEO y ocupó cargos ejecutivos en GE, Roche, Hillrom y Stereotaxis. Antes de Caristo, fue Presidente y Director Comercial de una empresa de diagnósticos con tecnología de IA autónoma que fue autorizada por la FDA, reembolsada por Medicare, respaldada por un nuevo código CPT de Categoría 1 y adoptada en todo el mundo.
Imagen: Magicmine, Getty Images
