“Estamos encantados”, expresaron Theo y Olga, trabajadores de la hostelería, al conocer la noticia del avance en las negociaciones del sector y un aumento salarial del 13,5% en tres años. Nicola, un camarero italiano, lo calificó como un reconocimiento al esfuerzo de trabajar directamente con el público. “Aquí empecé ganando entre 1.400 y 1.500 euros según el convenio colectivo, así que esta subida es una gran noticia”, explicó, añadiendo que gana más en Mallorca que en su país.
El lunes hubo una reunión ‘express’ de cinco horas entre la Federación Hotelera de Mallorca y el sindicato UGT. El resultado fue un acuerdo sobre el aumento del 13,5%, aunque la UGT renunció a su exigencia de reducir la semana laboral (de 40 a 35 horas) pero logró avances en bajas médicas y días libres.
En estas negociaciones, la federación y la UGT toman la delantera. Sus representaciones son tan influyentes que pueden alcanzar decisiones mayoritarias, como ocurrió ese día. Sin embargo, otras patronales —hoteles de Menorca e Ibiza/Formentera, bares, restaurantes y discotecas— y el sindicato CCOO deben ratificar formalmente lo acordado.
La CCOO declaró que evaluará su postura definitiva en la reunión prevista para la próxima semana. “Este preacuerdo express habría sido mejor con nuestra presencia”. Criticó que faltaron avances en ciertos temas y que se cedió en otros. La CCOO había apoyado las huelgas programadas para este mes, ahora canceladas.
Se espera que las demás patronales aprueben el acuerdo el lunes próximo. En realidad, no les queda más opción que hacerlo. Para restaurantes y locales nocturnos, los salarios quedan vinculados a los de hoteles de tres estrellas.
La presidenta Marga Prohens felicitó a la federación y a la UGT por un acuerdo preliminar que, según ella, permitirá “traducir el éxito turístico en bienestar laboral, con mejores sueldos”, en línea con la ley aprobada hace semanas en el parlamento para garantizar “una oferta turística de calidad”.
